Zapatero denuncia "chantajes" para abaratar el despido

Con un tono muy alto, enérgico y en algunos momentos crispado, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, lanzó diatribas y advertencias contra el PP y contra sectores profesionales que tratan, al parecer, de doblarle el brazo. Aseguró, en primer lugar, que no habrá reforma laboral en detrimento de los trabajadores y que continuará con la política de gasto público para mover la economía ante la parálisis del sector privado. "Tenemos que denunciar la hipocresía de los que nunca van a arrimar el hombro para ayudar a salir de la crisis", declaró Zapatero en el acto de presentación de la candidatura europea que encabeza Juan Fernando López Aguilar.

Pocas veces sonrió el presidente en este acto, ante 1.500 militantes y simpatizantes de su partido que le dieron muestras de apoyo incondicional. Y subió el tono: "No voy a aceptar el chantaje de los que piden abaratamiento del despido; ni tampoco voy a escuchar los cantos de sirena cínicos de quienes nos piden reducir la inversión pública". Comoquiera que agradeció la actitud "de cooperación" de los sindicatos y de la patronal CEOE, quedó en el aire a quién dirigía sus reproches, además de al PP. "A aquellos que jalean groseramente las peticiones de reformas laborales y contención del gasto; a aquellos que denuncian con cinismo que no se gaste más, pero os aseguro, como presidente del Gobierno, que sí lo piden para ellos", desveló a medias el jefe del Ejecutivo a su auditorio.

El presidente solicitó "paciencia" a los que piden ver resultados "en tres meses"

El ministro de Fomento y vicesecretario general del PSOE, José Blanco, precisó a este periódico que el presidente se refería, "desde luego al PP", pero también a sectores automovilísticos, del textil, de medios de comunicación, así como a expertos y economistas, que piden ayudas para ellos pero critican la política del Gobierno. Zapatero aludió reiteradamente a las ayudas que le piden. "Todos los sectores nos reclaman ayuda, y las damos al límite de nuestras posibilidades", insistió.

La intervención del presidente rezumaba enojo y respuestas implícitas a todas las críticas que se le hacen por la terrible situación económica y, sobre todo, por el galopante desempleo. "Un poco de paciencia a la hora de evaluar la eficacia de las medidas que estamos tomando. Algunos nos exigen resultados inmediatos. Por favor, un poco de paciencia ante la ansiedad de la crítica política", clamó el presidente.

En un ejercicio de defensa propia aseguró: "Siempre he dado la cara y yo siento directamente la responsabilidad de todos los ciudadanos que pierden su empleo". La idea del pacto, lanzada por todos los rincones del Gobierno desde su remodelación en la pasada Semana Santa, salió de nuevo: "Los españoles nos quieren ver juntos, y por mí no va a faltar".

Hubo respuesta también al líder del PP, Mariano Rajoy, en su sentencia de que no hay solución a la situación económica con Zapatero. "La salida de la crisis será social o no será; y la traerá el PSOE", vaticinó.