Una protesta por la subcontratación de extranjeros paraliza La Naval de Sestao
Empresa y sindicatos acuerdan acabar con la "competencia desleal" en salarios
Los empleados de las empresas subcontratadas que operan en La Naval de Sestao paralizaron ayer la actividad del astillero al impedir la entrada del personal en protesta por la "competencia desleal" que supone la contratación de trabajadores de países como Portugal o Rumanía, que cobran salarios muy inferiores a los estipulados en el convenio que rige el sector, el del Metal en Vizcaya. Los concentrados sostienen que las empresas subcontratadas estaban despidiendo a trabajadores locales para reemplazarles por operarios extranjeros. Tras la protesta, la dirección de la empresa y los sindicatos llegaron a un preacuerdo, que deberá ser ratificado el lunes por los trabajadores en asamblea, para que todos los subcontratados cobren al menos lo establecido en convenio.
La Naval de Sestao cuenta con una plantilla propia de unos 400 trabajadores, a los que se suman alrededor de 1.000 trabajadores subcontratados. Sobre las cinco y media de la madrugada, los piquetes se apostaron ante las puertas de acceso sin dejar entrar a casi nadie. La situación forzó una reunión de urgencia entre la empresa propietaria del astillero, Construcciones Navales del Norte, en la que ésta se comprometió a vigilar que la situación de los subcontratados se ajuste al convenio. La protesta lleva días encauzándose. Fuentes de CCOO afirmaron que el pasado miércoles acudieron a la Inspección del Trabajo para poner en conocimiento de las autoridades esta situación "claramente ilegal". El jueves, una manifestación de protesta recorrió el camino que separa el astillero del BEC de Barakaldo.
"Esto no es culpa de los extranjeros. Es responsabilidad de las empresas que les contratan con estos salarios", añadieron desde CCOO. El presidente de la Federación de Asociaciones Rumanas en España, Miguel Fonda Stefanescu, se pronunció en el mismo sentido. "El problema aquí es que tenemos una clase empresarial que está dispuesta a utilizar la mano de obra inmigrante para hacer añicos horas de concertación social". "Tienen toda la razón en protestar. Esto no tiene nada que ver con la xenofobia", afirmó a Servimedia.
La empresa cerró 2008 con resultados positivos y superiores a los de 2007. Sus directivos esperan mantener el volumen de negocio en 200 millones de euros para 2009. El astillero tienen carga de trabajo garantizada hasta principios de 2011.
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