Los partidos catalanes auguran problemas a Zapatero en el debate del estado de la nación

La falta de acuerdo sobre financiación autonómica condicionará el debate sobre el estado de la nación. José Luis Rodríguez Zapatero tendrá que enfrentarse los días 12 y 13 de mayo a su debate más difícil sobre el estado de la nación, porque llegará con casi todos los frentes abiertos. A los pésimos datos económicos, especialmente los del paro, se une la advertencia de los portavoces de todos los partidos catalanes con representación parlamentaria, quienes afirman que condicionarán su posición en el debate a un acuerdo definitivo sobre financiación autonómica.

"Iremos al debate sin compromisos ni obligaciones con el Gobierno, porque Zapatero todavía no ha demostrado nada en esta legislatura y no estamos dispuestos a darle ningún cheque en blanco", asegura Joan Ridao, portavoz de ERC.

Sin ese acuerdo, los partidos sobre los que el presidente del Gobierno quiere sustentar su estabilidad, ERC, ICV, IU y BNG, se mantendrán en una posición crítica frente a Zapatero y éste quedará solo contra toda la Cámara. Es decir, se repetirá el esquema de todos los debates de esta legislatura en el pleno. Ninguno de esos partidos cree que el Gobierno vaya a cerrar el acuerdo de financiación antes del debate y los hipotéticos socios dicen haber perdido la confianza en el presidente.

Ridao considera que no hubo avances en la reunión de la vicepresidenta Elena Salgado y el consejero Antoni Castells, y augura que no habrá solución hasta después de las europeas del 7 de junio, lo que, en su opinión, supone un nuevo incumplimiento y un incremento de la desconfianza.

Y el portavoz adjunto de CiU, Josep Sánchez Llibre, añade que "Zapatero carece de credibilidad" y, en todo caso, prevé que el acuerdo final "buscará contentar a todos, por lo que será insuficiente para Cataluña". Incluso Daniel Fernández, diputado del PSC y portavoz adjunto del Grupo Socialista, da por hecho que para esa fecha no habrá pacto, aunque se haya podido avanzar. Recuerda que la posición del PSC y de la Generalitat se refiere no sólo a la reivindicación de cantidades, sino también a la aprobación de un nuevo modelo, y es muy difícil que de aquí a entonces puedan estar cerrados todos los detalles.

No obstante, Fernández sostiene que se habrá avanzado y, por eso, no debe tener reflejo en el debate sobre el estado de la nación. Y por supuesto, nadie en el Grupo Socialista prevé la posibilidad de que los diputados del PSC actúen al margen. Esa posición crítica de los partidos catalanes tendrá reflejo directo en la votación de las propuestas de resolución que cerrará el debate, aumentando los apuros que afronta el Gobierno en cada pleno.

"Condicionamos cualquier apoyo a que se produzcan cambios reales en la política económica y a lo que llamamos la carpeta catalana, es decir, la financiación y el traspaso de las cercanías", asegura Joan Herrera (ICV). Herrera añade su "decepción" por la intervención de Zapatero en el último pleno al abordar la crisis económica. Además, con ERC e ICV comparte grupo parlamentario Gaspar Llamazares (IU), cuya relación con el PSOE no atraviesa estos días su mejor momento tras el fichaje de Rosa Aguilar por la Junta de Andalucía. Ridao precisa que ERC no se sumará al bloque de "hostilidad al Gobierno" que, según explica, forman el PP, CiU y el PNV.

Los nacionalistas, pese a esa posición crítica por la financiación, están abiertos a acuerdos sobre economía con el Gobierno en las resoluciones, aunque el Ejecutivo ha preferido otros apoyos hasta ahora. Tiene mejor perspectiva de acuerdo con el Gobierno de Coalición Canaria. Zapatero recibirá el día 30 al presidente canario, Paulino Rivero.