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Reportaje:CINE

El actor que no quiere ser estrella

Quieres que te dé el nombre de un buen actor? Clive Owen es tu hombre. No es de los que se dan aires. No. Está a lo que está. Interpretar a seres humanos, no caricaturas. Y es divertido, agradable, educado, elegante, guapo? ¡Igual que yo!". La carta de presentación llega de Michael Caine. El británico no está solo en sus halagos a su compatriota de 44 años, pero es el más acertado. Los demás hablan de lo obvio: Clive Owen, el omnipresente en las listas de los mejor vestidos; el rostro oficial de la casa Lancôme o "el próximo gran actor", según la revista GQ. Además, Owen lleva a mérito haber sido el más votado para encarnar a James Bond antes de que la familia Brocolli se decidiera por Daniel Craig. Angelina Jolie le dijo a la cara que era el hombre "más sexy" con el que había trabajado (antes de que rodara con Brad Pitt).

El más sexy, el mejor vestido, el nuevo Bogart cualquier actor que se tome algo de esto en serio tiene un gran problema
No me van los héroes. Suelen ser los personajes más aburridos. ¡Nadie es así en la realidad!

A Owen también le comparan con Humphrey Bogart, y el actor se deja con una de esas sonrisas suyas que desarman al más pintado. Además, Bogart es uno de sus ídolos, junto con David Bowie y el futbolista Steven Gerard, una extraña mezcla. "Cualquier actor que se tome algo de esto en serio tiene un gran problema", dice de entrada. Está claro que la vanidad no es el suyo. Divertido, agradable, educado, elegante, guapo... así es el Owen de carne y hueso. Un hombre que lleva los años sin disimulo y sin que eso afecte a su belleza. Sus ojos no pueden ser más verdes y tienen ese toque lacónico que abre camino a su alma. La sonrisa, siempre a punto, lo mismo que sus modales, y una carcajada explosiva es la respuesta cuando no quiere contestar.

Dos estrenos de los que hablar, The Internacional y Duplicity, junto a Naomi Watts y Julia Roberts, respectivamente, y dos hijas siempre en sus labios, Hannah y Eve, pero que junto a su esposa, Sarah-Jane Fenton, prefiere alejar de la luz pública. Son las dos constantes en su vida: carrera y familia. Lo demás no importa. Bueno, a excepción de los partidos del Liverpool. "Probablemente son mi único vicio", confiesa.

Padrazo, esposo, forofo, ¿estrella? Owen no es una estrella, es un actor. Lleva disfrutando una década de fama, desde que el pequeño filme Croupier le sacó del anonimato y le colocó bajo las luces de Hollywood. Una colección de películas tan variadas como interesantes hizo que la crítica estadounidense le tomara por el nuevo Sean Connery en sus años de galán atractivo, pero reservado. Gosford Park, El caso Bourne, Sin City, Plan oculto y Closer, con la que consiguió el Globo de Oro al actor secundario y su primera candidatura al Oscar, son algunos ejemplos.

Definitivamente, la fama ha llamado a su puerta, pero no se puede decir que la esté buscando. Es actor porque le gusta la interpretación. Lo que viene con ello, no necesariamente. "A mí me pagan por hacer entrevistas. Ése es mi trabajo y me pagan muy bien. Rodar es la parte divertida", admite con risueña complicidad.

Owen no oculta sus humildes orígenes. El cuarto de cinco hermanos, tenía tres años cuando su padre ?cantante country en un pueblecito minero cerca de Coventry (Reino Unido)? abandonó a la familia. Una realidad tan dura como lo fue que sus sueños de ser actor fueran recibidos entre carcajadas en la escuela. Entonces tenía 11 años, a los 18 ya se había marchado a Londres camino de la Royal Academy of Dramatic Arts.

"Mi verdadero amor es el cine. Cuando hago teatro mi deseo es llevarlo al cine", afirma. Del teatro sacó su técnica, su deseo de hacerle entender al público lo que viven sus personajes. De ahí lo poco que le van los héroes. "Suelen ser los personajes más aburridos. ¡Nadie es así en la realidad!", exclama divertido.

Naomi Watts destaca su sentido del humor, y Julia Roberts ríe sonoramente al recordar a su compañero en Closer y ahora en Duplicity, pero enseguida añade que junto al británico ha interpretado "algunas de las escenas más duras y arriesgadas" de su carrera. "Me hace tocar fondo", comenta. Una característica en la que coinciden todas las actrices que han trabajado con él. Es una de las constantes de este actor y quizá el detalle que le impide ser estrella, brillar en solitario. Owen siempre tiene a su lado a algunas de las mejores actrices del momento. Y es que, como dijo al recoger el Globo de Oro por Closer, "algo así es imposible de conseguir solo". "Soy uno de esos actores que realmente disfrutan trabajando con una actriz. Bueno, con otros actores. Soy de los que piensan que lo importante es conseguir una buena escena. Y mis compañeros de rodaje siempre mejoran mi trabajo", describe.

Mirando hacia atrás, la lista de actrices atractivas con las que ha trabajado es enorme: Roberts, Watts, Cate Blanchett, Monica Bellucci, Julianne Moore, Jennifer Aniston, Natalie Portman, Keira Knightle o Angelina Jolie. La carcajada ahora es realmente explosiva. "Para mí, la fama es tener la oportunidad de trabajar con los mejores", dice. ¿Pero sólo mujeres? "Las actrices son algo único, son especiales. He tenido una gran fortuna en mi carrera porque he trabajado con las actrices más increíbles. Y a mí me gusta la relación que se desarrolla en escena con una mujer", se disculpa.

Por un segundo se queda pensativo. "He sido muy afortunado con mi carrera, pero lo soy todavía más en mi vida diaria porque tengo la mujer perfecta", dice. Se trata de Sarah-Jane Fenton, un amor que también se lo dio el teatro. "Nos conocimos durante la puesta en escena de Romeo y Julieta y me quedó claro que era mi chica", se sincera. Casados desde 1995 y madre de sus dos hijas, de 11 y nueve años, de ella dice que "es el pilar de esta familia y además, siendo actriz, se conoce el terreno, así que no hay celos". Su casa y su familia siguen en Londres, mientras él se recorre el mundo con cada filme. "Es cada vez más duro dejarlas atrás, pero nos arreglamos para pasar tiempo juntos en el rodaje. Y siempre, siempre, me tomo un descanso entre películas para poder estar con ellas", aclara.

No acepta papeles pensando en el dinero, pero sí mira el reparto y los directores porque es de los que opinan que en el cine el realizador es el rey. De ahí una lista que incluye a Mike Nichols, Tom Tykwer o Tony Gilroy, entre los más recientes, o Alfonso Cuarón, Robert Rodríguez y Alejandro González Iñárritu, entre los más hispanos. "Muy diferentes entre ellos, pero todos genios", puntualiza. Pero sobre todo le tira el guión. "Antes hablábamos de suerte", explica, "pero también es cierto que a lo largo de mi carrera han existido decisiones clave que han marcado lo que hago ahora. Y lo digo tanto por los proyectos aceptados como por los que he rechazado".

Clive Owen siempre dijo que la saga de Bond no estuvo en sus manos aunque la prensa y el público le vieran perfecto como 007. Pero con o sin Bond, en su filmografía lo que Owen mantiene es el estilo. Defensor de Giorgio Armani, incluso cuando no estaba a su alcance, afirma cómplice: "Todo lo de mi elegancia se lo debo a Armani. No tiene que ver conmigo". Él pone la percha, y la cuida. Va al gimnasio y cuenta con el mismo entrenador personal que Jolie, especialmente cuando hay un rodaje en puertas. "No importa que sea de acción. Como actor necesitas toda la energía que puedas tener", explica. Además, reconoce que la moda es otro de sus vicios. "Me gusta poner atención a mi vestuario y sé lo que me gusta. Sé que no suena profesional, pero mi papel en The International fue un reto porque vestía todo el tiempo un traje de mala calidad y un sombrero horroroso. Un golpe bajo para alguien que sabe vestir como yo", remata.

"Creo que no existe momento mejor que mi llegada a los 40. Me siento como si tuviera 20. No es un problema de edad. Tengo la firme creencia de que para vivir hay que disfrutar lo que uno hace. Y yo lo disfruto enormemente".

'The International? se estrena el próximo viernes. ?Duplicity? aún puede verse en los cines.

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