Perito Moreno 'deluxe'

Un viaje sorpresa con sorpresa. Así recuerda el actor gallego Javier Gutiérrez -que ayer estrenó el filme Al final del camino y hace poco más de una semana que recibió el Premio Max 2009 a la mejor interpretación masculina por Argelino, servidor de dos amos- una pequeña escapada que realizó al sur de Argentina con su pareja, aprovechando unos días de descanso tras rodar en Buenos Aires.

Doble sorpresa, suena bien.

La primera consistía en el viaje en sí. Mi pareja venía a verme a Buenos Aires aprovechando que yo tenía días libres. Decidí sorprenderla con un viaje improvisado para ver el glaciar Perito Moreno. Ahí se puede decir que tuve éxito.

Pero...

Como fue todo tan espontáneo y a última hora, reservé unos billetes de avión carísimos y una noche -para la siguiente ya no les quedaban plazas- en un hotel de la zona. El caso es que cuando aterrizamos apareció un coche del hotel con chófer para recogernos.

¡Qué bien!

Sí, pero a mí me iba cambiando la cara según nos alejábamos de El Calafate y nos adentrábamos en el parque nacional Los Glaciares, que era donde estaba el hotel, que resultó ser muy lujoso. Se llama Los Notros. Y yo pensando que había reservado en un sitio cualquiera.

Pero eso no es malo.

Lo bueno es que tiene vistas al propio glaciar. Lo malo es que llegamos en vaqueros y camiseta a recepción, donde todo el mundo iba de punta en blanco. Durante el check in -que incluía una merienda- me comunicaron el precio de la reserva y me eché a temblar. La recepcionista nos miró de arriba abajo.

¿Se quedaron?

Sí, porque cancelando la reserva nos cobraban el 50% del importe. Aun así valió la pena: realizamos la excursión a pie por el Perito Moreno, impresionante, y al final nos sirvieron una copa de whisky con hielo del propio glaciar. Por la noche tuvimos una cena en el hotel -venía incluida- preparada por uno de los mejores chefs argentinos y con música en directo.

¿Y cómo fue la segunda noche?

Encontramos un hotel baratísimo en El Calafate. Cenamos una hamburguesa mientras veíamos la ceremonia de los Oscar en la tele.

Nada como un lugar sencillo.

Hombre, a sitios como ése vale la pena ir, aunque salga más caro.

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