Sanidade pretende licitar nuevos hospitales antes del relevo

El bipartito intenta dejar licitados los nuevos hospitales de Vigo y Pontevedra ante la eventualidad de que el Gobierno del PP decidiese algún tipo de privatización de la gestión hospitalaria. Fuentes de la Consellería de Sanidade confirmaron que este departamento y la Sociedade Pública de Investimentos (SPIG) dejaron redactado la semana pasada el pliego del concurso que han enviado al Diario de las Comunidades Europeas (trámite obligatorio por el alto importe, de más de 400 millones de euros) con la intención de proceder in extremis a la licitación.

Con la investidura de Alberto Núñez Feijóo pisándole los talones, Sanidade intenta culminar su proyecto y, al mismo tiempo, atender a las peticiones de los sindicatos y de la Asociación pola Defensa da Sanidade Pública que, según reconocen, han estado presionando al gabinete que dirige María José Rubio para "ponerle al menos dificultades al intento privatizador que sin duda hará el PP". Según fuentes de Sanidade, la Consellería de Economía tiene consignadas las partidas del plan funcional del nuevo edificio de Vigo y del futuro hospital de Pontevedra que duplican las previsiones de camas del último Gobierno de Manuel Fraga. La inversión comprometida es de 420 millones de euros, de los que 300 corresponderían al nuevo centro vigués y 120 a la ampliación en cerca de 90.000 metros cuadrados del de Pontevedra.

Manuel Martín: "Lo que se nos viene encima puede ser tremendo"

CIG reprocha al bipartito la falta de un turno de tarde en los hospitales

Tanto los sindicatos como el colectivo ciudadano que preside Manuel Martín consideran de gran importancia la licitación y una "garantía mínima" de que se mantendrá la gestión pública en los hospitales gallegos. "Si quedan licitados, al PP le va a costar dar marcha atrás", señala Martín, tras advertir que si la gestión de la sanidad pública del bipartito es mal valorada en el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), en el que Galicia queda a la cola,"lo que nos espera con el PP es el modelo de licitación privada como el de Madrid y Valencia, con los beneficios en manos de los constructores y de los bancos". Martín reconoce desaciertos en la gestión sanitaria del bipartito, especialmente en el sector hospitalario. "La lista de espera es lo que más molesta al usuario y, pese a que las han reducido algo, éste ha sido el principal déficit del ejecutivo saliente", opina. Pero, sobre todo, cree que el fracaso real de la Consellería de Sanidade es "no haber hecho los deberes" de la licitación de los nuevos hospitales "y ahora el riesgo de privatización es mayor que nunca", lamenta.

El presidente del colectivo ciudadano alude al periodo de gestión del Alberto Núñez Feijóo en el Insalud para concluir que si estos últimos cuatro años no colmaron las expectativas, "lo que se nos viene encima puede ser tremendo". Martín advierte que en las comunidades dirigidas por el PP "nunca hay listas de espera porque hacen un planteamiento tramposo y cuentan sólo desde que acaba el preoperatorio". "O el PP decide corregir en Galicia su política sanitaria o estamos abocados a la privatización"" remacha.

Los sindicatos comparten en términos generales el análisis de la asociación ciudadana. La secretaria nacional de CIG Saúde, María Xosé Abuín, sostiene que los ciudadanos gallegos "aceptan la gestión" del bipartito en atención primaria, pero "valoran negativamente" la hospitalaria "pese a que hubo avances" con respecto a la herencia de las últimas décadas. Abuín sostiene que la consellería "no fue capaz de poner en marcha el plan de funcionamiento de los centros hospitalarios" que incluía el turno de tarde que, en su opinión, reduciría las listas de espera. Para CIG es también de crucial importancia que se cumpla el plan de infraestructuras sanitarias "con presupuesto público" y la licitación del Plan Funcional de Vigo y Pontevedra.

Sobre la encuesta del CIS, Sanidade destacó ayer que, pese a Galicia aparece en la cola de valoración ciudadana sobre los servicios de salud, hay "una curva ascendente" respecto a anteriores estudios. "Los cambios en la sanidad tardan tiempo en consolidarse y hay un 71% que valora positivamente la calidad del servicio", señaló un portavoz de la consellería.