El tripartito se conjura para lograr en seis meses el traspaso de Cercanías

El día que Zapatero renovaba su Gobierno para tomar aire en su lucha "para vencer la crisis", el tripartito catalán quiso lanzar un mensaje similar pactando un documento que supone la reválida de su acuerdo político y la actualización de su programa de gobierno. Esta nueva declaración de fidelidad debe garantizar la estabilidad del Ejecutivo de José Montilla, pero a la vez supone una nueva espada de Damocles a su devenir político. Y es que, además de establecer medidas de cohesión del Ejecutivo, el tripartito se conjuró para imponer al Gobierno central plazos concretos para conseguir traspasos pendientes como Cercanías o aeropuertos. El documento que anoche ultimaban los negociadores fijaba este plazo en seis meses, según aseguraron varias fuentes del tripartito.

Las medidas sociales son el eje de la actualización del Pacto de Entesa

El Gabinete de José Montilla priorizará la transferencia de las Cercanías de Renfe, de los aeropuertos catalanes, de los puertos y del sistema de becas. Tres horas de reunión ayer sirvieron para alumbrar un documento de cuatro puntos que este mediodía firmarán los secretarios generales de Esquerra e Iniciativa, Joan Ridao y Joan Herrera, respectivamente, y el secretario de organización del Partit dels Socialistes (PSC), José Zaragoza. Una vez estampen su firma ese texto será su hoja de ruta en lo que queda de legislatura, que debiera terminar en noviembre de 2010 si no hay sobresaltos.

La denominada "calendarización" de los traspasos pendientes habían sido sobre todo el principal objetivo de los republicanos en esta revisión del Pacto de Entesa. El optimismo de ERC -que se mostraron ayer "muy satisfechos" al terminar la reunión- no es compartido por todos los socios del tripartito.

Los socialistas, conscientes de que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero ha vulnerado la mayor parte de los plazos que se ha fijado en sus políticas respecto a Cataluña, trataron de evitar un documento excesivamente detallado que no deje margen a la negociación. Difícilmente se puede pactar algo que no depende exclusivamente de ti, repitieron los negociadores socialistas en sus reuniones con los socios. Sobre este particular fuentes de Iniciativa también consideraron ayer que habrá que ser flexibles con los plazos y que hará falta esperar los movimientos del presidente Rodríguez Zapatero.

El papel del PSC en toda la negociación fue el de arbitrar entre Esquerra e Iniciativa y buscar la cohesión del Gobierno. Así pues, es una victoria para el PSC que sus dos socios hayan aceptado responder de forma unitaria y coordinada a eventualidades como una sentencia negativa del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto o ante el pacto de la financiación autonómica.

El PSC e Iniciativa buscaron en todo momento que el eje de la actualización fueran medidas contra la crisis, acciones contra el paro y para favorecer a los más vulnerables ante la actual coyuntura económica. El pacto incluye algunas propuestas lanzadas por Iniciativa como flexibilizar el acceso a la renta mínima de inserción o establecer una paga para los desempleados que se queden sin prestación.

El documento no incluye cifras. El PSC se negó a ello, pues nadie sabe exactamente cuánto dinero extra tendrá la Generalitat si hay pacto de financiación. Iniciativa aceptó esta demanda. "Dejaremos que las partidas presupuestarias las fije el Gobierno catalán en su momento", explicaron fuentes de ICV.