El presidente ve un atisbo de luz en la crisis, pero la oposición se muestra escéptica

Aunque la moderación en las previsiones económicas acompañaron al presidente José Luis Rodríguez Zapatero en su extensa intervención sobre las perspectivas para España, Europa y el mundo, la oposición no le dio la más mínima cancha. Casi sin excepción, las políticas de la UE fueron criticadas y las que adopta España son "insuficientes" o directamente "equivocadas", según las diferentes perspectivas de los portavoces. Así, Zapatero acudirá a la reunión del G-20 en las vísperas de la Semana Santa con una carga de crítica profunda de las fuerzas políticas.

"En lo que respecta a España y al Plan de Estímulo de la Economía y del Empleo, estamos registrando los primeros datos sobre el impacto real en algunas de sus medidas más significativas". Son sólo unos primeros efectos positivos, "aún insuficientes para contrarrestar una situación muy difícil y complicada pero que se sitúan en la buena dirección", señaló Zapatero, antes de que todos los portavoces le echaran, uno tras otro, enormes jarros de agua fría.

Medidas en marcha

Pero él contó los datos -a fecha de ayer- del resultado de las medidas en marcha. Hasta ahora, un total de 77.500 empresas y familias han hecho uso de créditos ICO por un importe de 2.800 millones; 42.443 familias se han beneficiado de esta línea por un importe de 294 millones; 24.446 pymes han recibido estos créditos por un importe medio superior a los 90.000 euros. Al fin, 10.571 autónomos han accedido a esas líneas por un total de 245 millones.

El portavoz de CiU, Josep Antoni Duran, aplaudió esa línea del ICO, aunque pidió que vigile esa vía de financiación ante el riesgo de que por trabas burócráticas los recursos no fluyan. Los datos que ofreció, en efecto, indican que la utilización de esas líneas de crédito van muy lentas. "Nuestras pequeñas y medianas empresas saben que existe una mejor perspectiva, pro aún, insisto, queda mucha tarea para volver a una situación de normalidad", añadió Zapatero.

Todo fueron objeciones y malos presagios de la oposición, aunque quedó la puerta abierta, como hizo Mariano Rajoy, a adoptar medidas de calado como fueron las de inyectar apoyo al sistema financiero. Muchos portavoces utilizaron las previsiones más que pesimistas del Premio Nobel de Economía Paul Krugman sobre España -también respecto a la UE y a EE UU- para fustigar a Zapatero. El presidente mostró respeto al economista, pero dejó en la Cámara la posibilidad de que él también pueda equivocarse.