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El triunfalismo de Camps choca con el deterioro de la economía

La oposición critica la pasividad mientras cae la renta per cápita

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, mantuvo su discurso triunfal la noche del pasado miércoles ante una nutrida representación empresarial, durante la celebración de la Noche de las Finanzas. El mismo día en que el Instituto Nacional de Estadística (INE) revelaba que la Comunidad Valenciana había registrado el menor dinamismo de la economía española (0,5%) y que su renta per cápita (21.460 euros) había caído por debajo de la media nacional (24.020), Camps ponderaba la eficacia de "la batería de actuaciones" impulsadas por el Consell, "que supo detectar el cambio de ciclo".

Sin embargo, la mayoría de estas medidas (contenidas en los II Planes de Competitividad, el Plan de Impulso de la Economía Valenciana, el Plan Confianza o el Pavace II) carece de consignación económica en los presupuestos. O están fiadas a la nueva financiación autonómica, que está en el aire, o dependen del recurso al crédito, cuando la Generalitat ha rebasado la capacidad de endeudamiento.

"La Comunidad Valenciana ha acusado la crisis antes"

El presidente, que ayer recibió "todo el apoyo y lealtad" del comité ejecutivo de la Cámara de Valencia "en nombre de todas las empresas valencianas", evitó la crudeza del momento y fijó su norte magnético en "seguir transmitiendo confianza y expectativas de futuro" para "cuando comience un nuevo ciclo".

Jorge Alarte, secretario general del PSPV-PSOE, lamentó ayer que el presidente "se dedique a hacer planes de propaganda y financiación" mientras los valencianos "son los más pobres de España". "Somos 400 euros más pobres que el resto de españoles", precisó, a la vez que instó a Camps a comparecer "urgentemente" ante el pleno de las Cortes Valencianas para explicar la situación desvelada por el INE.

También la coordinadora de EUPV, Marga Sanz, criticó que el Consell "esté de brazos cruzados mientras la economía se sitúa en la cola del crecimiento".

El perfil derivado de la tasa de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) entre 2007 y 2008, difundida por el INE, ha conmocionado a varios expertos económicos consultados por este periódico. Uno de ellos, el catedrático de Historia e Instituciones Económicas del Departamento de Análisis Económico de la Universitat de València, Jordi Palafox, sostiene que "la situación es brutal". Tras comparar la Comunidad Valenciana con otras autonomías con sectores compartidos, como Aragón (automóvil) o Andalucía (construcción), Palafox detecta que su caída no es tan pronunciada como en el caso valenciano. Lo mismo ocurre cuando la comparación se establece con otras comunidades en las que los servicios constituyen un sector preponderante.

Asimismo, subrayó su inquietud por el hecho de que la renta por habitante haya quedado lejos de la media española sin que se produzcan reacciones inmediatas. Palafox consideró llamativo que el Consell trate de poner en duda los datos del INE, que es un organismo público, frente a las previsiones de otras agencias de pago. El director general de Economía de la Generalitat, Pablo Landecho, alegó el martes que frente a la caída del crecimiento consignada por el INE del 0,5%, Funcas, Hispalink y Ceprede, respectivamente, preveían un crecimiento del 1,1%, 1,3% y 1,4%.

Más allá de medidas inmediatas para paliar la situación, las organizaciones empresariales valencianas, igual que los sindicatos, han puesto el énfasis en la necesidad de cambiar el sistema productivo de la Comunidad Valenciana hacia un modelo en el que la industria innovadora y los servicios avanzados aporten mayor estabilidad. El momento de expansión económica previo a la crisis, en el que Camps destacó en su discurso que la Comunidad Valenciana alcanzó "las más altas cotas de crecimiento y desarrollo", gravitó sustancialmente sobre el fenómeno de la aceleración urbanística.

La elasticidad normativa y la fluidez y facilidad crediticia convirtieron la construcción y la especulación inmobiliaria en la locomotora de la economía valenciana. Pese a las recomendaciones de los empresarios de abandonar ese modelo, al que muchos expertos atribuyen la gravedad de la situación que atraviesa la Comunidad Valenciana (en 2008 fue la que más expedientes de regulación de empleo aprobó -1.286- y, en consecuencia, una de las que mayor empleo destruye en España), el presidente Camps volvió a insistir el lunes en que la construcción "tiene que seguir siendo locomotora fundamental de la economía, generación de empleo y bienestar".

"O cambiamos el modelo productivo o esto no funcionará: ése es el problema estructural de fondo", insistió ayer Andrés García Reche, profesor de Economía Aplicada de la Universitat de València. García Reche subrayó el "grave" problema de productividad que sufre la economía valenciana, de escaso valor añadido, e insistió en la necesidad de acometer un cambio de modelo productivo (término que abarcaría a la industria, pero también al turismo o a la construcción) que debía haberse producido hace años.

Un modelo, en cualquier caso, intensivo en mano de obra y muy sometido a las oscilaciones económicas. "Cambiar el modelo productivo es explorar sectores y productos nuevos de mayor valor añadido, y en los que ya tenemos que introducir variables que tengan que ver con la innovación y la organización", reclama. En su opinión los últimos diez años se han "tirado a la basura" en este campo. "Para que tuviéramos un atisbo de cambio teníamos que haber empezado a trabajar hace diez años", resume. Pero para que ese cambio en el modelo se produzca, insiste en que lo primero es alcanzar un "consenso general" sobre el fondo del problema estructural. Un consenso que no sólo no se ha producido, sino que "nadie lidera" en el campo económico ni en el político.

La evolución económica es vista desde otro ángulo por José Antonio Martínez Serrano, catedrático de Economía Aplicada de la Universitat de València. Martínez Serrano fundamenta que la economía valenciana sea la que menos creció el año pasado (seguida de cerca por Cataluña) en que ambas son las dos autonomías españolas, de las más importantes, "que están más especializadas en bienes de consumo". En esta línea, anticipa que las demás autonomías irán detrás en deterioro económico en los próximos trimestres. "La economía valenciana ha acusado la crisis antes o con un poco más de intensidad", resume.

El catedrático defiende que la economía valenciana ha evolucionado en función de su especialización y de la demanda existente y, en este sentido, no comparte los análisis de que se debería cambiar el modelo productivo. Y si se cambia, debería ser sólo siguiendo la demanda del consumidor. Martínez Serrano asegura que los sectores productivos tienen margen de mejora.

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