Picasso cambia de piel en Barcelona
Una ambiciosa ampliación aportará 1.600 metros cuadrados más al museo - Aspira a convertirse en referencia internacional de los estudios sobre el artista
El Museo Picasso de Barcelona quiere convertirse en el centro de referencia de los estudios picassianos en todo el mundo. Para ello construirá un nuevo edificio -el primero de nueva planta-, diseñado por el arquitecto Jordi Garcés, detrás del conjunto de palacios de la calle de Montcada que albergan actualmente la colección. Acogerá el archivo y proporcionará espacio y documentación a los estudiosos del artista que definió el siglo XX.
El núcleo documental de este centro es el archivo de Jaume Sabartés, amigo de juventud y secretario personal del pintor malagueño, así como hábil artífice de la creación del propio museo en tiempos tan poco propicios como los del tardofranquismo.
Se revisará el canon picassiano fijado por la retrospectiva del MOMA de 1980
Una parte del fondo ya era propiedad del museo, donada por Sabartés a su muerte en 1968. La otra, el llamado Fondo Sabartés / Pilar Solano, ha sido adquirida ahora por 446.331 euros a la galería Miquel Alzueta. Incluye, entre otras cosas, una cuantiosa correspondencia personal y hasta 622 fotografías del artista.
Pepe Serra, el director del museo, tiene grandes ambiciones. Se trata ni más ni menos que de forzar una revisión de la actual clasificación formal estilística de la obra del artista malagueño, tal y como quedó básicamente fijada con la catalogación realizada la primavera de 1980 con la gran retrospectiva -más de mil piezas- del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA), previa a la partida del Guernica hacia Madrid. Un canon al que solo añadió algunos matices la apertura del Museo Picasso de París en 1982.
Lamenta Serra que en las universidades no se realicen tesis doctorales sobre Picasso y apunta, por ejemplo, que falta un estudio en profundidad de su técnica pictórica. "Se puede saber el tiempo de secado de las pinturas y, por tanto, el tiempo que tardó en pintarlas, y aquí caerán algunos mitos", asegura. "Está casi todo por hacer, y tendremos muchas sorpresas", añade.
La incorporación al museo como "conservador de referencia" de Juan José Lahuerta muestra el rigor del proyecto. También el hecho de que la Politècnica de Catalunya (UPC) ya se ha comprometido a realizar un estudio sobre los materiales y las técnicas en la obra de Picasso.
El nuevo edificio, cuya construcción se adjudicará dentro de unas semanas y que supondrá una inversión de 5,2 millones de euros, debe entrar en funcionamiento a principios de 2011, según indicó el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu. Para Jordi Garcés, el arquitecto que durante 30 años ha dirigido las obras de ampliación, restauración y adaptación de los palacios de la calle de Montcada, con exquisita sabiduría -y la gran humildad de nunca querer mostrarse-, llega ahora la oportunidad de dejar su firma en el conjunto con este sobrio y elegante edificio que llenará la plaza de Sabartés y abrirá el barrio al vecino Born y, de paso, el museo al barrio, algo que no era tan evidente en la actualidad.
"Repensar Picasso" supondrá también que el museo se abra a la nueva creación, a recoger la obra de artistas que se inscriben en el legado picassiano. Durante el primer trimestre de 2010 acogerá, en colaboración con el Museo de Arte Contemporaneo de Barcelona (Macba), una propuesta del artista canadiense Rodney Graham (1949).
Este ambicioso proyecto, sin embargo, no ha cerrado la puerta a lo que, básicamente, es la misión de este tipo de instituciones, que no es otra que la ampliación de su colección. Las dos joyas de las adquisiciones que ha hecho este año el Museo Picasso de Barcelona son dos deliciosos dibujos de 1901 y 1903.
Bohemia madrileña (grupo de aristas) es un dibujo a carbón realizado en Madrid en 1901 para la revista Arte Joven, creada por el propio Pablo Picasso y Francisco de Asís Soler con la intención de establecer un vínculo entre la madrileña Generación del 98 y el modernismo catalán, un proyecto que permitió al joven pintor entrar en relación con gentes como Pío Baroja, Unamuno o Azorín. En el dibujo figuran, además de Picasso y Soler, el poeta francés Henri Cornutti y el poeta y escultor Alberto Lozano.
El otro dibujo, de 1903, realizado en la parte posterior de una tarjeta comercial, representa a los pintores Miguel Utrillo y Santiago Rusiñol, desnudos, embarazados y fumando en pipa. Sobre el vientre de Utrillo, Picasso escribió el título de la revista que ambos crearon: Pel y Ploma.
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