La búsqueda de Marta llega a la "zona sensible"
La policía analiza a mano la basura en busca de pistas sobre la joven
La búsqueda de Marta del Castillo empieza a estrecharse. Los trabajos de retirada de basura en el vertedero en el que se busca el cuerpo de la joven sevillana alcanzaron ayer ya la cota en la que, supuestamente, deben encontrarse sus restos. Una grúa que empezó a trabajar el viernes ha retirado las más de 45.000 toneladas de residuos bajo las que los responsables de la investigación consideran que está la basura que llegó la madrugada del 25 de enero de los contenedores de la calle León XIII. Según el asesino confeso, Miguel Carcaño, fue a uno de estos cubos a los que él y su amigo El Cuco arrojaron el cuerpo de Marta.
La prueba de que los cálculos de la policía iban bien la dio ayer el hallazgo de algunos periódicos del 24 de enero (el día que desapareció Marta) y fechas próximas. No obstante, fuentes de la Delegación del Gobierno en Andalucía señalaron que todavía no se ha hallado "nada" de interés para la investigación. Si es cierta la última versión ofrecida por el asesino confeso, en los próximos días debe hallarse el cuerpo de la chica dentro de la planta de tratamiento de residuos Montemarta-Cónica, en el término municipal de Alcalá de Guadaíra (Sevilla). Si no, los investigadores tendrán fundadas sospechas de que Carcaño ha vuelto a mentir.
El Colegio de Sevilla trata de hallar abogado para el asesino confeso
Una vez que la policía sabe que está ya trabajando en la zona "más sensible", la labor va algo más lenta que en los días anteriores. La retirada de la basura la está haciendo la empresa Tegner. Sus operarios extraen con una grúa un grupo de restos acumulados en la fosa en la que se supone que puede estar el cuerpo y los colocan sobre una superficie que se ha dejado diáfana para que pueda trabajar la policía. Un equipo de seis agentes es el encargado de analizar los residuos a mano en busca de cualquier pista sobre la joven. No buscan sólo el cuerpo, sino también otros objetos de la víctima, entre ellos sus zapatos, el móvil, las llaves y el cable con el que Carcaño y El Cuco supuestamente la asfixiaron, que fueron arrojados en los contenedores más próximos a casa del primero y en varias papeleras cercanas, según aseguró éste en su última declaración ante el juez. Una vez que la policía se cerciora de que no hay nada de interés, retira esos restos, la grúa extrae otro lote y el análisis empieza de nuevo.
El equipo policial está integrado por dos agentes de la Policía Judicial, dos de la Policía Científica y otros dos del Grupo de Menores (Grume) del Cuerpo Nacional de Policía, apoyados por maquinaria y operarios de Tegner dirigidos por los investigadores. Está previsto que los trabajos se reanuden hoy a las 8.00.
Por otra parte, el Colegio de Abogados de Sevilla está buscando un letrado que acepte hacerse cargo de la defensa de Carcaño, una labor a la que ya han renunciado dos abogados. El asesino confeso contrató primero los servicios de Antonio Jiménez, miembro de un bufete de la capital. Pero éste presentó la semana pasada su renuncia debido a los continuos cambios de versión de Carcaño, sobre las que el letrado aseguraba no tener conocimiento previo. El Colegio de Abogados le asignó entonces a una letrada de oficio, que también ha renunciado. El decano de los abogados de Sevilla, José Joaquín Gallardo, señaló ayer que ya están buscando a otro y que, para evitar nuevas renuncias, se asegurarán primero de que el designado quiere ejercer la defensa de Carcaño.
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