Pablo Ibar: "He rezado 15 años para que algo como esto pueda ocurrir"

Después de la nueva vista judicial de cuatro días celebrada esta semana en Florida, Pablo Ibar y su familia mantienen firme su esperanza en que se anule el juicio en el que el joven fue condenado a muerte en 2000 en Estados Unidos. "Estuve rezando durante 15 años para que algo como esto pueda ocurrir", escribió Ibar, al recordar su detención en 1994, en una nota que hizo llegar a la agencia Efe durante la sesión del pasado jueves en la nueva audiencia probatoria en el Tribunal de Broward County (Florida). Las nuevas sesiones del juicio se reanudarán el próximo 20 de abril.

El caso ha dado un giro inesperado después de que el nuevo abogado de Ibar, Benjamin Waxman, presentase al juez una declaración jurada de un testigo que asegura que otra persona le confesó que cometió los crímenes por los que fue condenado el español. Ibar, de 37 años y sobrino del boxeador José Manuel Ibar, Urtain, nació en el estado de Florida, pero tiene la nacionalidad española desde febrero de 2002. Permanece en el corredor de la muerte en la prisión de Starke en dicho estado norteamericano desde el 11 de diciembre de 2000. Ibar está acusado de asesinar al propietario de un local nocturno y a dos modelos que se encontraban en su domicilio el 26 de junio de ese año en Miramar (Florida). El crimen fue grabado por cámaras de seguridad.

Ibar, sobrino de Urtain, está acusado de asesinar a tres personas

El acusado pudo escribir durante la sesión del juicio, con las dos manos encadenadas, una breve nota en la que expresa que se siente muy orgulloso de su familia, especialmente de su "preciosa esposa". "Tengo mucha confianza en que por fin vamos a conseguir justicias en mi caso y pueder ganar mi liberta", escribió textualmente. Añadió que estos días se encuentra "más o menos bien" de ánimo y expresó su confianza en que se anule la sentencia y se celebre un nuevo juicio gracias a las nuevas evidencias en su favor.

A medida que transcurrían las sesiones de la audiencia probatoria, en el rostro de sus familiares se notó la satisfacción con las declaraciones de los testigos de la defensa -un experto facial y el primer abogado que defendió a Ibar-, que fueron contundentes y sólidas. "Hemos presentado suficiente información para mostrar que el primer abogado de Pablo fue incapaz" de ofrecerle una asistencia legal efectiva, afirmó la esposa de Ibar, Tanya, con quien contrajo matrimonio en febrero de 1998, cuando ya se hallaba preso. Tanya insistió en que el juez que preside la audiencia, Jeffrey R. Levenson, "tiene que ver que este hombre [en referencia al abogado de oficio que defendió a Pablo Ibar en su momento] estaba física y mentalmente" destruido cuando se encargó de la defensa.

A su vez, el letrado Kayo Morgan reconoció en la sesión del miércoles que cometió graves errores en la defensa de Ibar en el juicio de 2000 al atravesar un complicado período de su vida por los problemas de su esposa, quien era drogadicta, así como por su mala salud y la debilidad física y mental que le acuciaban.

Cándido Ibar, el padre del preso, también se mostró "muy confiado" en que su hijo saldrá del corredor de la muerte: "Todo está a nuestro favor", dijo. A sus 64 años, este ex pelotari profesional que llegó en 1968 a Estados Unidos se mostró complacido por las declaraciones del especialista en identificación facial, Raymond Evans, y de Kayo Morga. Propietario de un pequeño negocio de carpintería en EEUU, el padre de Ibar criticó el sistema procesal estadounidense que permite, aseguró, que un juez falle en el mismo día "40 casos previos a una audiencia" en la que se decide sobre la vida o la muerte de un ser humano.

Mientras, para Michael Ibar, hermano de Pablo, todo lo ocurrido supone una "injusticia". "Creo en la inocencia de mi hermano", sentenció. A menudo, prosiguió Michael, de 32 años, "le digo que se mantenga fuerte y bromeo con él al decirle que algún día va a salir y tener hijos que jueguen y hagan las mismas cosas que hacíamos nosotros cuando éramos pequeños".