Culpables
Agradezco al profesor Pablo Bustelo que se ocupe de mi artículo ¿Quién tiene la culpa de la crisis? del pasado 28 de febrero. Su carta del 4 de marzo concluye diciendo: "Si entiendo bien, ¿lo que conviene por tanto es dejar los mercados en manos de los Madoff, Lehman y compañía?". Pues no, el profesor Bustelo no ha entendido bien. En la primera parte de mi artículo yo dejaba claro que "los mercados financieros... necesitan regulación" y explicaba que esa regulación falló en Estados Unidos y muy posiblemente en otros países también. En concreto, responsabilizaba a la SEC y a la FED de no haber detectado los fraudes de Madoff y la insolvencia de Lehman Brothers. No repartía "responsabilidades a diestro y siniestro". Simplemente señalaba que los reguladores habían fallado. En cuanto a si China "no ha podido hacer otra cosa que comprar dólares", me parece cuestión opinable. En todo caso, mi argumento era que al interferir en el funcionamiento del mercado, había dado lugar a una burbuja que sin esa interferencia se hubiera atajado mucho antes. China ahora se encuentra precisamente con una versión agravada de lo que trataba de evitar: una brutal caída de las exportaciones, que está dando lugar a quiebras, desempleo y desindustrialización.
Es posible que el "epicentro" de la crisis sea EE UU, pero aquí hemos tenido una buena réplica. El artículo de M. Á. Fernández Ordóñez que yo citaba en el mío, del 21 de febrero de 2004, nada menos, ya auguraba un mal final a la burbuja de la construcción en España. ¿Qué hicieron aquí los reguladores? El profesor Bustelo me atribuye "la fe del converso al liberalismo". Tampoco esto lo ha entendido bien.
Me doctoré en Economía por la Universidad de Wisconsin hace 37 años y el modelo económico que manejo no ha cambiado mucho desde entonces, como podrá comprobar quien tenga la paciencia de leerme. Hablando de conversos al liberalismo, quizá el paradigma en que piense el profesor Bustelo sea el del Partido Comunista Chino, que pasó de la fe de Mao Tse-tung a la de Milton Friedman en el espacio de muy pocos años.
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