Los chiringuitos exigen a Costas una salida a su situación de ilegalidad
El 25% de los locales playeros de la Costa del Sol tiene la concesión caducada
Félix Sicsu regenta desde hace 18 años un pequeño chiringuito en La Malagueta (Málaga). Desde hace unos años, este empresario, al igual que los dueños de los 800 chiringuitos que existen en Andalucía -400 de ellos en la Costa del Sol-, anda a la espera de que la Dirección General de Costas le renueve la concesión o las autorización que se les concedió por 15 años, plazo que expiró hace ya un tiempo. Y es que según indicó a finales de año el jefe de Demarcación de Costas, Francisco Javier Hermoso, el 25% de los chiringuitos del litoral malagueño tiene la concesión caducada, mientras que la mitad del total únicamente tiene una autorización y se hallan en trámite de ser concesiones.
Este limbo se ha hecho insoportable para los empresarios. "Pensábamos que después de las elecciones generales y autonómicas del año pasado las competencias de Costas iban a ser transferidas a las comunidades, con lo cual sería más fácil arreglar el asunto", explica Miguel Arrabal, presidente de la Asociación de Empresario de Playas de Málaga. Arrabal explica que esta situación de irregularidad amenaza la estabilidad de unos 40.000 puestos de trabajo en Andalucía. "El conflicto con Costas entorpece la labor de unos negocios básicos para el sector turístico (...) No contamos con estabilidad laboral, ni económica ni jurídica. Así no se puede seguir. Exigimos que Costas conceda las concesiones por 30 años y permita a los pequeños chiringuitos de 20 metros pasar a ocupar 150 metros cuadrados más otros 100 de terraza en la arena", reivindica Arrabal, que se niega a contemplar la posibilidad de sacar los chiringuitos de la arena, algo que exige Costas y a lo que se ha mostrado contrario el consejero de Turismo, Luciano Alonso, que defiende su permanencia en la arena por su "singularidad turística" y aboga por buscar una solución que permita "regular y ordenar" el sector.
"El Gobierno central ha entendido que sacarlos de la arena es imposible. El criterio que impone Costas es eso, su criterio, pero debe imperar el sentido común, como han manifestado el consejero de Turismo y otros representes políticos de la comunidad", señala Arrabal.
Para Arrabal algunos casos reflejan dejadez: "Hace ya tres años que se acordó retranquear unos 11 chiringuitos de las playas de Estepona, concederles una concesión y permitir que se ampliasen hasta los 150 metros cuadrados. Pues bien, aún están en espera de que se les de la concesión para empezar las obras". Los propietarios de estos chiringuitos hace unos días devolvieron a Turismo la subvención de 88.000 euros para realizar obras al no haber ejecutado los trabajos en el plazo previsto.
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