"¿Dónde deben estar los que arrasan sedes, en el Parlamento o detenidos?"

El candidato a lehendakari de los socialistas le arrebató ayer el mitin a su jefe de filas, José Luis Rodríguez Zapatero, con una sola frase. Y eso que el presidente dejó en su intervención en la capital alavesa un par de mensajes claros: que no hay que esperar otros cuatro años para el cambio en Euskadi, porque Ibarretxe no tiene más proyecto que "la consulta y sus cosas" soberanistas, una apuesta "absurda" del pasado. Y que lo que está en juego el 1-M no es que en Ajuria Enea esté un lehendakari nacionalista o no nacionalista. Las coordenadas tras las elecciones se sitúan entre la elección de un presidente conservador o uno progresista. "Y es probable que por primera vez en 28 años haya un lehendakari de izquierdas", un presidente que se ocupe de los problemas de la gente.

Zapatero dice que Ibarretxe no tiene más proyecto que la "absurda" consulta

El candidato quiere una nueva mayoría para cerrar el "ciclo de la crispación"

Pero los violentos, excluidos de la contienda electoral por los tribunales, siguen paso a paso su campaña. Y ayer, horas antes del primer mitin de Zapatero en la campaña vasca, atacaron la casa del pueblo Elorrio. Los radicales habían dejado su huella pintada en la pared: Demokrazia 3 Milloi. Y Patxi López, tras recordar los años de plomo y a un socialista alavés como Fernando Buesa, "que tendría que estar hoy aquí", se preguntó desde la tribuna: "¿Dónde tienen que estar los que destrozan y queman sedes como ayer en Elorrio, en el Parlamento vasco o detenidos?" Los asistentes irrumpieron en aplausos. Zapatero tuvo que rendirse ante la evidencia de una frase redonda. Y al subir a la tribuna lo reconoció, hizo suya la pregunta y dijo "¡Qué bien lo has dicho, Patxi!"

Zapatero sabe que los vascos han premiado en las urnas (en las generales) el esfuerzo de los socialistas para lograr la desaparición de ETA. Y ayer sacó pecho y pidió a su partido en Euskadi que salga con la cabeza bien alta y con dignidad "porque hemos hecho todo lo que estaba a nuestro alcance para acabar con la violencia y alcanzar la paz". Aprovecho ese momento de su discurso para presentar a López como el lehendakari capaz de mantener la firmeza necesaria contra la violencia y el terror y a la vez de "unir a todas las fuerzas políticas" y conseguir terminar con esta pesadilla, con esta "lacra abominable cuanto antes". Esa es la fuerza de Patxi López, según el presidente español.

El candidato reivindicó "una nueva mayoría" para acabar con la política de trincheras de la última década. Ese sueño que López quiere hacer realidad tiene una foto fija: pintar Ajuria Enea de todos los colores a partir del 1-M. Una Euskadi donde quepa todo el mundo. "Ningún vasco es más vasco ni menos vasco que otro por su origen, raza, religión, sexo. Todos somos vascos y vamos a hacer Euskadi juntos, libres e iguales". Esa es su propuesta: la igualdad, la suma, la unidad y la apuesta por "cerrar el ciclo de la crispación", frente a otros cuatro años de un Ibarretxe, según López, "marxista" al estilo Groucho, un genio del disparate que dibujaba a los políticos como las personas que crean problemas que la sociedad no tiene y que luego "traen las soluciones que no necesitamos", recordó, entre las risas de los asistentes.