Aragón acusa al consorcio del Museo de Lleida de "apropiación indebida"

"He decidido esta mañana encargar a nuestros servicios jurídicos acciones penales frente a los que han tomado estas decisiones [el consorcio del Museo de Lleida] en primer lugar por apropiación indebida, en segundo lugar, por prevaricación, porque consideramos que las decisiones que se han tomado bloquean el cumplimiento de estas sentencias, y en tercer lugar por obstrucción a la justicia". El presidente de la comunidad aragonesa, Marcelino Iglesias, hacía esta declaración institucional a las dos de la tarde de ayer una vez que se conoció que en la reunión del consorcio del Museo Comarcal y Diocesano de Lleida nada se había avanzado para devolver las 113 piezas de arte sacro que el Vaticano exige que se entreguen a Aragón.

"Tengo que obedecer lo que me manden. ¿Cómo? No lo sé", dice el obispo Piris

Si prospera la vía legal puede sentar en el banquillo a los titulares de las cuatro instituciones que forman el consorcio: el consejero de Cultura y Medios de Comunicación, Joan Manuel Tresserras; el alcalde de Lleida, Ángel Ros; el presidente de la Diputación de Lleida, Jaume Gilabert, y el obispo de Lleida, Joan Piris, que acudía por primera vez a la reunión desde que le nombraron el pasado mes de septiembre. Piris había pedido por escrito a Tresserras que le dejaran devolver las obras, que están catalogadas por Cultura, para poder acatar las resoluciones eclesiásticas.

"Nosotros hemos reiterado desde el consorcio nuestra mejor disposición para el diálogo, nuestro respeto por todas las partes y la voluntad de encontrar una solución negociada siempre que se reconozca explícitamente el proceso legítimo a través del cual se constituyó esta colección", señaló Tresserras tras conocer el anuncio del Gobierno aragonés. Tresserras reiteró ayer su postura de no permitir la salida de las obras del museo leridano porque forman parte de una colección catalogada y legítimamente constituida.

"Lo que tenía que hacer, ya lo he hecho", dijo el obispo Piris, dolido por la publicidad dada a la carta que envió a Tresserras. "Yo tengo que obedecer lo que me manden y punto. ¿Cómo? No lo sé. Cuando llegue el momento ya se verá", concluyó el prelado ilerdense.

Hasta ahora, Aragón no había entrado en la vía civil para resolver el conflicto y había dejado toda la iniciativa al obispado de Barbastro Monzón. La gota que ha colmado el vaso, además del resultado de la reunión de ayer, fue la decisión del museo leridano de ceder temporalmente una de las obras en litigio -una tabla del retablo de San Antonio Abad-, para exponerla en Filadelfia. El viaje carecía de la autorización del obispado de Barbastro-Monzón, tal como exigió el nuncio Manuel Monteiro, que se vio forzado a intervenir.

En 10 o 15 días se pondrá en marcha el procedimiento legal anunciado por Iglesias. La Chunta Aragonista criticó la decisión que calificó de "pataleta" y consideró inviable.