El pacto político por el empleo fracasa en su primer intento

El primer intento de los tres partidos con escaño en el Parlamento andaluz para lograr un pacto político por el empleo resultó ayer un completo fracaso. Los tres grupos fueron incapaces de consensuar algo que, en principio, parecía bastante simple: votar sí a iniciar un diálogo político sobre la sangría de destrucción de puestos de trabajo en Andalucía. Y eso que las propuestas del PSOE y del PP que se debatieron en el pleno planteaban enunciados amplios, aunque tanto una como otra formación colaron matices que ambas interpretaron como retruécanos inasumibles.

Hasta cierto punto, el traspié estaba cantado. El PP ha convocado una manifestación para el próximo domingo en Málaga en defensa del empleo y la publicidad con la que está llamando a la gente a acudir es que el presidente Manuel Chaves se opone a alcanzar un pacto para ese fin. Con lo cual, el PP se habría amputado su propio argumento en el caso de que los tres grupos hubieran llegado ayer a un acuerdo.Y, para combatir el argumento del PP de que no quiere un pacto por el empleo, Manuel Chaves ha convocado hoy, dos días antes de la manifestación, a Javier Arenas para proponerle un acuerdo. Tras el líder del PP, que no quiere fotos de la cita en la Casa Rosa, se reunirá con el coordinador de IU, Diego Valderas, y con el vicesecretario general del PSOE, Luis Pizarro. Será el segundo intento de pacto que ensayen.

El documento que entregará el presidente andaluz a la oposición del contenido que debe tener el hipotético pacto buscará "zonas de encuentro" para que se sumen los tres partidos. IU va con la idea de que hay que crear un banco público andaluz y de que hay que enterrar el capitalismo, mientras que el PP propone una reforma fiscal que disgusta a los partidos de izquierda. Durante la sesión de control, Chaves instó a Arenas a "abrir un compás de espera para negociar" y a no salir con el no en la boca como, según él, hace siempre el dirigente popular. "Sólo se puede arrimar el hombro si se deja de concebir la crisis como un medio para arañar votos", enfatizó.

Arenas, que publicitó varias veces desde la tribuna la manifestación del domingo, tiene claro que la reunión de hoy sólo puede calificarse de una manera: "Todo es un puro teatro". No obstante, dejó abierta dos líneas de negociación en las que ya trabaja el Gobierno andaluz: fórmulas para atender a familias sin ningún ingreso y para abordar la falta de liquidez a las pymes.

Aunque no hay ninguna decisión tomada, la Junta de Andalucía quiere poner en marcha cuanto antes la renta básica, una ayuda social prevista en el anteproyecto de ley de Inclusión Social. El problema es que esta norma tardará meses en aprobarse, por lo que busca una percha legal con la que darle cobertura, según fuentes del Gobierno. Esta medida iría de la mano de las iniciativas que, en el caso de familias enteras en paro, está estudiando el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero.

Pero todavía no se ha llegado al momento de más propuestas ni de pactarlas en el Parlamento y sí del combate dialéctico. Uno de los motivos que impidió que la Cámara acordase ayer iniciar un pacto por el empleo fue el de las formulaciones de las propuestas. El PP quiere reeditar en Andalucía una suerte de los Pactos de la Moncloa, firmado en 1977 por partidos, empresarios y sindicatos para frenar una inflación que superaba el 40%, pero sobre todo para combatir el ruido de sables contra el proceso democrático. "Estamos en una situación de emergencia nacional", razonó el número dos del PP, Antonio Sanz, quien tildó a Chaves como "una máquina de destrucción de empleo".

El también número dos del PSOE, Luis Pizarro, aseguró que suscribir esa propuesta era tanto como admitir que hay una situación de inestabilidad politica similar en Andalucía cuando la realidad social, económica y política de 2009 es "radicalmente distinta de la que se intenta hacer creer" por parte del PP. Y negó que este partido tuviera "credibilidad" ni "sienta" la situación angustiosa de los parados porque "no son su gente".

Pedro Vaquero (IU) calificó el debate de "numerito". "La politica de hoy es el espectáculo", se lamentó.