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La industria más débil desde la reunificación

Con una previsión de caída del producto interior bruto (PIB) del 2,5% para este año, Alemania se enfrenta a la peor crisis en la historia de la posguerra. La industria de la mayor economía europea -la gran locomotora del Viejo Continente- está herida: la producción de las fábricas descendió un 4,6% en diciembre, el peor dato desde la reunificación del país, en 1990.

La crisis económica será el mayor reto al que se va a enfrentar el nuevo ministro de Economía alemán, Karl-Theodor zu Guttenberg. La crisis financiera mundial ha asestado un duro golpe al conjunto del país. La tasa de paro alcanzó el 7,8% en enero tras registrar el mayor aumento de los últimos cuatro años. Las exportaciones se han desplomado. Las empresas ven cómo bajan sus ventas. Por ejemplo, los pedidos de la industria del acero descendieron un 47% en el último trimestre de 2008 respecto al mismo periodo de 2007.

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Para combatir la crisis, el Gobierno ya ha aprobado dos planes de reactivación económica, incluidas medidas destinadas al automóvil, pero hay empresas que siguen pidiendo ayudas. El Ejecutivo está analizando cómo puede ayudar a Opel, unidad alemana de la estadounidense General Motors, y si es necesario echar una mano a Schaeffler, fabricante de componentes para el automóvil, que arrastra una gigantesca deuda tras la compra de una participación en el grupo de neumáticos Continental.

El nuevo ministro tendrá que enfrentarse a estos problemas en pleno año electoral: la gran coalición que gobierna el país, formada por los conservadores de la CDU y la CSU y los socialdemócratas (SPD), se prepara para unos comicios generales en septiembre. Los analistas consideran que Guttenberg deberá alcanzar un equilibrio entre mostrarse como un ministro práctico y evitar que la campaña electoral se convierta en un campo de batalla de la crisis.

El futuro de la energía nuclear será probablemente uno de los temas calientes de la campaña, ya que los conservadores de Merkel quieren aplazar el cierre de 17 reactores, previsto para 2021. Mientras, Guttenberg tendrá que hacer malabarismos con la austeridad presupuestaria para mantener a la vez las ayudas a las energías renovables, que han dado lugar a un potente negocio en Alemania que ha creado miles de empleos.

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