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Ibarretxe lleva a Irlanda del Norte su visión del frustrado proceso de paz en Euskadi

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, expuso ayer en la Universidad del Ulster, en Londonderry, su visión de los motivos por los que en Euskadi fracasó hace dos años el proceso de paz. Ibarretxe impartió una conferencia organizada por el Centro de Investigación sobre Conflictos INCORE y tenía previsto entrevistarse con el viceministro principal de Irlanda del Norte, Martin McGuinness (Sinn Féin).

A juicio de Ibarretxe, que alabó el proceso irlandés, en el caso vasco fueron el "secreto y la bilateralidad" de las conversaciones (entre el Gobierno central y ETA) los culpables del desenlace, saldado con la vuelta de la banda terrorista a los asesinatos. Por ese mismo motivo, sostuvo, fracasaron también todos los intentos anteriores. En todos "han primado las negociaciones secretas" frentea la opción de "una mesa de diálogo" de las fuerzas políticas vascas. En su opinión, la clave para el final de ETA está en pasar de esa "aproximación secreta y bilateral" a un nuevo "paradigma, basado en las conversaciones entre todos los partidos".

El lehendakari obvió en su razonamiento toda referencia al proceso de 1998, liderado por su propio partido, basado precisamente en un pacto entre fuerzas políticas, agrupadas en el Pacto de Lizarra, y que igualmente dinamitó ETA rompiendo la tregua que declaró.

Ibarretxe criticó que "ETA y el Gobierno español condujeron las negociaciones olvidando que las cuestiones políticas debían ser negociadas por los partidos políticos". Además, añadió, la banda terrorista, se sintió estimulada por la implicación de países extranjeros. "Si somos tan importantes para que todos estos países se interesen en nosotros es que podemos pedir más", habría sido la lectura de ETA, en lo que el lehendakari calificó de comportamiento "infantil y militarista".

El frustrante final del proceso le llevó, relató, a proponer su propia hoja de ruta, que "devolvía el liderazgo del proceso al pueblo vasco". Esa hoja de ruta, que terminaba en la consulta de octubre pasado, partió de la oferta de un acuerdo al presidente del Gobierno, resaltó. En su visión, se trataba de "una Declaración de Downing Street a la vasca". Lo mismo que los gobiernos británicos e irlandés hicieron para arrebatar el control de su proceso de paz a las organizaciones paramilitares, parangonó. Desgraciadamente, el presidente Zapatero "interpretó mi propuesta como una amenaza". Negó al lehendakari la negociación que sí sostuvo con ETA, denunció ante un auditorio de 150 asistentes compuesto de responsables políticos, religiosos, universitarios y expertos en mediación en conflictos.

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