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Los meteorólogos desmienten a Montilla

El Servicio Meteorológico de Cataluña (Meteocat) anunció el viernes que se acercaba un vendaval, con tiempo suficiente y acertando en las previsiones. Así lo afirmó ayer Eliseo Vilaclara, jefe de predicciones de ese servicio, dependiente del Departamento de Medio Ambiente. Vilaclara discrepaba de su jefe máximo, el presidente del Gobierno catalán, José Montilla, quien horas antes había sugerido que si las medidas tomadas fueron tímidas fue porque estaban en consonancia con la información meteorológica disponible. Por la tarde, en Bruselas, Montilla rectificó: elogió a los meteorólogos y a Protección Civil y admitió que habrá que cambiar los protocolos para vendavales.

"Yo no voy a polemizar", aseguró a este diario Vilaclara. "Me limitaré a dar hechos que demuestran que los avisos y las predicciones fueron muy precisos". El Meteocat informó al Centro de Emergencias (Cecat), dependiente de Interior, que reenvió la información a los ayuntamientos para que tomaran las medidas oportunas. Vilaclara recibió el espaldarazo de la universidad: Jeroni Lorente, catedrático de Meteorología de la Universidad de Barcelona, calificó las previsiones de "muy acertadas".

La información remitida por Meteocat a Interior anunciaba en qué comarcas se preveían fuertes rachas de viento. Hay cinco comarcas muy ventosas donde los valores de alerta son más altos que la media. Para el resto del conjunto de Cataluña facilitó previsiones de dos tipos. En unas comarcas era previsible que hubiera situaciones denominadas "umbral uno", es decir, rachas de más de 25 metros por segundo (90 kilómetros por hora) e inferiores a 35 metros por segundo (126 kilómetros por hora). La segunda cifra señala el "umbral dos". En esa situación se hallaban 17 comarcas. Para las cinco más ventosas el "umbral dos" se sitúa en 162 kilómetros por hora.

Ni una sola de las previsiones del Meteocat fue superada por la realidad. Las mediciones efectuadas por las estaciones señalan que todas las rachas fueron de fuerza inferior a la reseñada en las previsiones. En el caso del Baix Llobregat, la previsión era de ráfagas de más de 90 kilómetros y menos de 126. La estación de Vallirana registró rachas de 115,6 kilómetros y en Viladecans se alcanzaron los 122,2, siempre según datos del Departamento de Medio Ambiente.

El Cecat envió dos tipos de avisos a los ayuntamientos: uno el viernes, anunciando fuertes vientos para el sábado, y otro el sábado a las cuatro de la tarde, después del accidente de Sant Boi, en el que recomendaba la suspensión de actividades al aire libre. El primer aviso no incluía esta recomendación. Varios ayuntamientos tomaron esta decisión preventivamente. Otros no. Varios municipios se han quejado de que la alerta no era suficientemente clara. La presidenta del consejo comarcal de Baix Llobregat, Rosa Boladeras, sostuvo ayer que la información de la Generalitat a los ayuntamientos era "adecuada y suficiente". "Ocurrió que, por desgracia, tenemos experiencia en incendios e inundaciones, pero no en viento".

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