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Una privilegiada ventana con vistas a las vanguardias

Segovia exhibe parte de la célebre colección Kramarsky

En 1958, Wynn Kramarsky, entonces un joven aficionado al arte, compró en la galería de Leo Castelli un dibujo de Jasper Johns. Le costó 175 dólares y tardó seis meses en pagarlo. "Eso da una idea de lo diferentes que eran las cosas en el mundo del arte entonces; nadie esperaba hacerse rico", recordaba esta semana. En realidad, Kramarsky había empezado a adquirir piezas algunos años atrás. Fue el comienzo de lo que hoy es una de las colecciones más importantes del mundo. De la posguerra a la actualidad. En total, 3.000 piezas. De entre ellas, el museo Esteban Vicente, de Segovia, expone estos días una muestra de 117 piezas de 71 artistas bajo el título Nueva York. El papel de las últimas vanguardias.

Si bien la colección Kramarsky es conocida por su especialización en el minimalismo estadounidense de los años sesenta -con Carl Andre, Dan Flavin, Donald Judd, Sol LeWitt y Robert Morris como figuras- no se ciñe a la definición estricta de este movimiento. "De hecho, podría decirse que esta colección ha identificado de una manera silenciosa la diversidad del minimalismo desde los años setenta, los mismos años en que se centró sobre todo en el dibujo moderno y contemporáneo", explica Elizabet Finch, conservadora de arte americano del Colby College Museum of Art (Waterville, Maine), que ha concebido la muestra junto con la directora del museo, Ana Martínez de Aguilar. La exposición, añade Finch, sitúa el minimalismo en un contexto amplio, "con lo que se reconocen sus deudas para con el expresionismo abstracto y sus inicios de pop art, y se incorporan sus contactos con la ciencia y la literatura y sus conexiones con el movimiento earthworks, el arte conceptual y el performance art".

¿Por qué dibujos sobre papel? "Porque realmente tienes que mirar la obra, no sólo echarla un vistazo rápido, para obtener un estímulo intelectual", respondía el propio Kramarsky el lunes en Segovia. "Hay que mirar los dibujos con mucho cuidado", insiste, mientras cuenta, ante la mirada horrorizada de Martínez de Aguilar, que cuando acompaña a los visitantes que acuden a sus exposiciones, si alguien hace una pregunta sobre una pieza, no duda en descolgarla e invitar a eso mismo; a observar la obra de cerca.

¿Y qué significa el papel para él? "Cuando un artista hace una marca sobre un papel, ya no la puede eliminar. Es la expresión más íntima de un artista y la más vulnerable", afirma. Sol LeWitt, Ellsworth Kelly, Robert Ryman, Richard Serra, John Cage, Eva Hesse, Frank Stella, Robert Smithson o Barnett Newman son algunos de los grandes nombres de la colección. "Me han interesado, sobre todo, artistas de después de la II Guerra Mundial y, en casi todos los casos, americanos. La colección es una visión muy personal de ese periodo", señala el coleccionista.

Pero también llega a la actualidad y, en las paredes del segoviano museo Esteban Vicente, los nombres míticos comparten espacio en la exposición con artistas jóvenes, como Kristine Holder, Susana Hardwood Rubin o Marjorie Welish. Entre todos ellos, tres artistas españoles que han consolidado su carrera en Estados Unidos: el propio Esteban Vicente (fallecido en 2001), Elena del Rivero y Teo González.

<i>9.21.95, </i>de Mark Sheinkman, 1996.
9.21.95, de Mark Sheinkman, 1996.
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