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DEBATE SOBRE LA CRISIS ECONÓMICA EN EL PARLAMENTO ANDALUZ

Chaves: "Urge contar con una gran caja de ahorros cuanto antes"

El presidente sitúa la fusión de las entidades en un lugar preferente de sus reformas

"La economía andaluza debe contar con una gran caja de ahorro cuanto antes. Lo puedo decir más alto, pero no más claro: contar con una gran caja interesa a Andalucía". Manuel Chaves colocó ayer la ansiada fusión de las cajas de ahorro en un lugar preferente de la batería de reformas que ha planeado su Gobierno para tratar de levantar un dique contenga la crisis. El presidente de la Junta -quien acudió al Parlamento a explicar las medidas con las que pretende frenar el aumento imparable del paro, que ha subido durante 2008 un 41% hasta alcanzar una tasa del 18%- insistió es que se trata de una exigencia de los sistemas financiero y productivo para que la economía andaluza puede aprovechar las oportunidades que surjan "cuando comience la nueva etapa expansiva". Los líderes de la oposición, Diego Valderas (IU) y Javier Arenas (PP) pasaron de largo sobre este debate y se sumergieron en los pésimos datos económicos, aunque sí lo hizo más tarde el portavoz nacional de Economía del PP, Cristóbal Montoro, quien respondió que con la fusión se contribuirá a "ahogar" la capacidad de crecimiento de Andalucía.

"La crisis es de una enorme virulencia, la más grave de nuestra historia"

El llamamiento de Chaves, en sede parlamentaria, para que se perciba la importancia de poseer un instrumento financiero potente ocurre en plena efervescencia del cruce de intereses entre los dirigentes locales de todos los partidos, incluido el del propio presidente (PSOE). Las prédicas de las direcciones regionales apenas son escuchadas por alcaldes y cargos provinciales, enfrascados en una polémica montada en el aire -no hay nada sobre el terreno- de ver qué ciudad se lleva la sede de la pretendida gran caja.

Ni los socialistas dan ejemplo con la altura de miras que le exige su secretario general y se enfangan una y otra vez en refriegas de poca monta, ni los populares se oponen enérgicamente a la fusión de Chaves, como propugna Arenas.

La fusión de las cajas es una vieja aspiración del socialista (de más de una década atrás) que ha chocado siempre con la resistencia del poder local. Ayer no lo planteó como un proyecto deseable o una aspiración conveniente, sino como una necesidad -una "exigencia", dijo- y pieza fundamental de las reformas para que Andalucía pueda salir de la crisis. Con todas las cautelas pertinentes respecto a que debe ser un proceso exclusivamente económico, guiado por criterios económicos, incidió de forma enfática en que es urgente. El último intentó de alianza comenzó por unir a cuatro de las cinco cajas (la quinta, Cajasur, es de la Iglesia), pero una vez autodescarta CajaGranada, el esfuerzo se centra en Unicaja y CajaSol.

El líder del PP ignoró el envite, aunque su compañero Cristóbal Montoro fue muy explícito horas después en Huelva: "A una crisis como la actual no cabe responder con una caja única que, en este caso, es un proyecto de Chaves", informa Efe.

Las casi cuatro horas de debate parlamentario ininterrumpido -que tuvo su punto de protesta airada de Valderas y Arenas porque no se les dio la oportunidad de que se votaran sus propuestas-, presidente y opositores escudriñaron al detalle la crisis en todas sus vertientes. Manuel Chaves dejó ayer a un lado la retórica y los circunloquios tan frecuentes en la política y fue más directo que nunca. "Va a ser un año duro: el ajuste inmobiliario no ha finalizado, las tensiones crediticias persisten y la caída de la demanda y del empleo no han tocado fondo". El presidente explicó que movilizará todos los recursos de lo que dispone la Junta, para lo que acudirá al endeudamiento y al déficit.

La novedad sobre las 43 medidas ya anunciadas es licitar la inversión, prevista en el presupuesto, de 1.000 millones en obra pública, incentivos para los autónomos, y ayuda a las pymes por otros 485.

No se anduvo con paños calientes o frases evasivas. Habló de la crisis "de más envergadura" de la historia de Andalucía, de su "enorme virulencia", de "malas perspectivas" y de "progresivo deterioro del mercado laboral".

Su más que extensa explicación respecto a que la catástrofe económica es de origen externo y, sobre todo, a que nadie supo predecir su extraordinario alcance, fue el gancho del que se colgó Arenas para acusar al socialista de mentir, engañar, despilfarrar y, tras la erizada réplica de Chaves, sumar otro crispado capítulo de duelo personal entre ambos a los muchos que están ya en el diario de sesiones de la Cámara en lo que va de legislatura.

El popular descalificó las medidas de Chaves por su "falta de credibilidad. Y sentenció: "Arrimaremos el hombro si va por buen camino y afronta reformas de verdad, si sigue mintiendo, estaremos en contra".

Otra ronda con los líderes de la oposición

Otra ronda más de reuniones entre Manuel Chaves con Diego Valderas y Javier Arenas. La nueva cita, con la crisis y sus devastadores efectos sobre el empleo como único punto, sobrevino como reacción a la propuesta del líder del PP. Éste invitó al socialista un gran pacto que permita la apertura de los acuerdos de concertación social -en los que participan sindicatos y patronal- a los partidos políticos y los ayuntamientos. "Sería algo parecido a los Pactos de la Moncloa [alianza durante la transición], y puede llamarle si quiere Pacto de Antequera". Chaves dijo que no, que nada de "batiburrillo", que cada uno por su lado, y se comprometió a volver a convocar a sus oponentes.

Para demostrar su disjusto con la imposibilidad de que presentar propuestas de resolución -el PSOE no quiso un debate general con iniciativas-, Arenas llevó al registro del Parlamento un decálogo de medidas, que recoge en síntesis los puntos principales de su proyecto de gobierno, desbrozados durante la pasada campaña electoral autonómica, con reformas de calado.

Mientras el portavoz socialista, Manuel Gracia, dijo que Chaves está en "el camino correcto", Diego Valderas reprochó a Chaves que se presentara, en su opinión, como "una víctima de la catástrofe" y aseguró que su grupo ya había anticipado, sin que se le oyera, las dimensiones de la crisis. El eje de su discurso fue que el PSOE había abandonado a los ciudadanos menos favorecidos y no había propiciado un cambio hacia el socialismo. "Es culpable de mantener las distancias entre Andalucía y el resto, es su gran fracaso, respaldar un modelo que no da confianza". El presidente contraatacó a las críticas tanto de Valderas como de Arenas de haber negado la recesión hasta que le golpeó en la cara con un repaso de los programas electorales de sus adversarios. Al izquierdista le dijo que en las 150 páginas no se menciona "ni una sola vez la crisis", y las elecciones fueron en marzo. Y al popular le espetó: "Hablan de un crecimiento económico del 3,3% y el pleno empleo en 2012. Yo he podido cometer un error de apreciación, como usted, y como todos, pero engaño, no".

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