La Defensoría ultima un estudio de las sociedades gastronómicas

La Defensoría para la Igualdad está ultimando una investigación sobre una materia casi sagrada en Euskadi, sobre todo en Guipúzcoa: las sociedades gastronómicas. La institución, dependiente de Emakunde y dirigida por Maite Erro, ha realizado ya entrevistas y recogido todo tipo de datos para reunir la mayor documentación posible, tanto de las sociedades que restringen la entrada a las mujeres como de las mixtas.

El objetivo principal de este estudio es constatar posibles discriminaciones hacia las mujeres, hacer recomendaciones para superarlas y promover la adecuación de estos sanctasanctórum gastronómicos al principio de igualdad entre hombres y mujeres, según recuerda Erro.

La defensora para la Igualdad reconoce que, al moverse en el ámbito privado, la capacidad de los poderes públicos para hacer cumplir las previsiones de la ley de Igualdad es limitada. Pese a ello, considera que por encima del derecho de admisión prevalece el derecho a la igualdad.

Propondrá sanciones a dos entidades por obstaculizar sus trabajos

Ahora bien, cuando las actividades de estas sociedades transcienden de las cuatro paredes de sus sedes, Erro ve más posibilidades de actuación. "La naturaleza privada de una asociación no debería estar exenta de responsabilidades cuando ésta hace uso de las calles y tiene presencia pública con determinada puesta en escena que incumple el principio de igualdad de trato, algo que entra en el ámbito público", defiende. Por eso, aboga por reflexionar sobre "la posible regulación de la participación en festejos públicos de comparsas, tamborradas, alardes..., que vulneren el principio de igualdad".

La Defensoría para la Igualdad sólo tiene competencias para hacer recomendaciones, pero puede solicitar al Gobierno vasco que imponga una sanción a quien obstaculice sus investigaciones. Y ése es el camino que va a seguir con una sociedad de Álava que está obstruyendo sus gestiones para obtener información sobre el rechazo a sendas solicitudes que realizaron dos mujeres para i ncorporarse como miembros de pleno derecho.

En la otra cara de la moneda se sitúan dos sociedades, una alavesa y otra vizcaína, que han pedido asesoramiento a la Defensoría para adecuar sus estatutos al principio de igualdad de trato y están celebrando asambleas para incorporar las modificaciones recomendadas por la institución.