A San José le han visitado los Reyes
La luz verde a la Operación Chamartín desbloquea el futuro del grupo constructor
Es posible que Jacinto Rey, presidente y máximo accionista de la constructora San José, recuerde durante muchos años las navidades de 2008. En plena crisis del mercado de la construcción y la vivienda, su grupo se ha encontrado con la aprobación por parte de Fomento, la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid de la llamada Operación Chamartín, sin duda el mayor proyecto urbanístico y arquitectónico de Europa en estos momentos, nada menos que 11.000 millones de inversión.
A la constructora, la aprobación del proyecto, que llevaba unos 15 años dando vueltas, le abrirá posibilidades inimaginables. La empresa, que posee el 27,5% de la compañía gestora de la operación (Duch), en sociedad con el BBVA (que tiene el 72,5%), ha subido varios enteros y ha acrecentado notablemente las posibilidades de que los nueve bancos acreedores de su crédito de 1.200 millones de euros, solicitado para financiar, entre otras cosas, la OPA sobre la inmobiliaria
Una deuda de 1.200 millones y la fusión con Parquesol atenazan al grupo
Parquesol, se avengan a renegociar las condiciones del crédito y alejar posibles problemas de pagos. Lo cual despejará a su vez la fusión entre San José y su participada Parquesol, un proyecto que hasta ahora mismo podía estar en riesgo. En San José se muestran confiados y señalan que "las negociaciones están en la última fase".
Aun cuando la prensa ha informado de tensiones entre banca acreedora y empresa (algunas habrían llegado a solicitar que San José pusiera su 27,5% de Duch sobre la mesa), la idea ahora mismo es que la sangre no llegue al río. La constructora parece contar con el apoyo de BBVA, su socio y uno de sus mayores acreedores.
El solo hecho de tener el 27,5% de Duch es ahora mismo un activo de altísima calidad. Se trata de la empresa que gestionará los detalles de la Operación Chamartín, y en la que San José, según señalan ahí, "es el socio industrial". Se trata de urbanizar cerca de tres millones de metros cuadrados en la mejor zona de expansión de Madrid y crear una ciudad de negocios capaz de tutearse con la Defense de París o el Canary Wharf de Londres, algo de lo que Madrid estaba muy necesitada. Además de las 16.000 viviendas previstas, habrá rascacielos destinados al terciario y equipamientos de lo más diverso. La carga de trabajo será descomunal. Se calcula que va a dar trabajo a más de 20.000 personas durante los 12 años que durarán las obras. Se enterrará la M-30 Norte, se construirá un bypass y se ampliará la estación de trenes.
Al margen de que habrá carga de obras para muchas constructoras y oportunidades para muchas inmobiliarias, parece innegable que San José tendrá mucho que decir en el asunto. La empresa distribuye sus actividades desde la construcción, en la que está especializada en obra civil y edificación pública (hospitales, museos, oficinas, centros comerciales), a lo inmobiliario, pero tiene experiencia en concesiones, en servicios de agua o en energías renovables. Acaba de ganar también un contrato para la construcción y gestión de molinos eólicos en Galicia por 142 MW. La fusión con Parquesol, que integrará a todas las sociedades de los dos grupos y cuyas preliminares de reorganización interna han sido ya efectuadas ("todos los acuerdos societarios han sido adoptados", dicen en San José), permitirá crear un grupo integrado, con mayor capacidad de generación de sinergias.
San José, que protagonizó un crecimiento exponencial durante los primeros años de la actual década (de 240 a 1.250 millones de euros entre 1999 y 2005), ha tratado insistentemente de reducir su peso como constructora y abrirse a nuevas actividades. Hizo varios intentos a través de adquisiciones, como los que protagonizó con Huarte, Corsam o Duro Felguera, que no salieron bien, hasta que logró hacerse con Parquesol, una inmobiliaria vallisoletana. La compra (mediante una OPA) no salió todo lo bien que se esperaba a causa de la crisis de la vivienda. San José pagó 900 millones de euros por una empresa que ha perdido ingresos (un 16% menos hasta septiembre), gana cada vez menos (un 97% menos en los nueve primeros meses del 2008) y cuya capitalización bursátil, que ha caído en línea con las demás, no excede ahora mismo los 250 millones.
En vista de las dificultades para crecer de forma no orgánica, San José se ha decantado, especialmente en los últimos años, por entrar directamente en otros negocios en España y en el exterior. Su estrategia para los próximos años pasa por acentuar lo hecho con anterioridad, continuar incrementando la obra pública, expandirse en energías renovables (eólica y termosolar) y multiplicar la actividad en el extranjero. Esto al margen, claro, de la Operación Chamartín. Una de las apuestas diversificadoras del grupo es su sociedad Sanjosé Tecnologías, que, según señalan, "está inmersa en proyectos relacionados con la energía, el agua y el medio ambiente, las infraestructuras, las líneas de transporte y las comunicaciones". Otra sociedad, Sanjosé Energía y Medio Ambiente, prevé "disponer de 750 MW en explotación en el 2014". El grupo está abierto a la compra de empresas en estos sectores.
En Parquesol, el objetivo, dicen en San José, "es aumentar el patrimonio, lo que permite la obtención de ingresos recurrentes con el alquiler de oficinas y hoteles en ubicaciones prime en España y en París". En vivienda se busca mejorar la comercialización con ideas como ajustes de precios, un año de hipoteca gratis, complementos a la financiación bancaria o arrendamiento con opción a compra. Uno de sus proyectos inmobiliarios estrella es la construcción de 20.000 viviendas en Buenos Aires, diseñadas por Álvaro Siza, y 3.000 en Lima (Perú).
Al igual que otras constructoras, San José ha apostado por el mercado exterior en todos sus negocios. "En Portugal, Argentina, Perú, Francia, Reino Unido y Estados Unidos estamos presentes en el negocio constructor, pero también en el inmobiliario y tecnológico". En Argentina, la empresa tiene participaciones, junto al grupo local Casado, en explotaciones agrícolas, ganaderas y forestales, a partir de los cuales desarrollan proyectos en bioenergía, biofarma, biocombustible o turismo. La empresa proyecta o construye actualmente centros comerciales y centrales de cogeneración en Argentina, autopistas y aeropuertos en India, hospitales en los emiratos árabes y Rumania o plantas de carbón en Chile. -
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