El Senado retrasa la confirmación del nuevo secretario del Tesoro

Aunque su confirmación no está, por el momento, amenazada, el próximo secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, no podrá jurar su cargo el día en que el nuevo presidente, Barack Obama, asuma el poder, el próximo martes, puesto que las audiencias para su ratificación por el Senado fueron ayer retrasadas hasta el miércoles como consecuencia de la información sobre el impago de algunos impuestos por parte del nuevo jefe del Tesoro.

Tanto los senadores demócratas como republicanos del Comité de Finanzas, ante el que tendrá que comparecer Geithner, han pronosticado que ese episodio de los impuestos no va impedir su confirmación, pero, de momento, los congresistas han decidido tomarse un poco más de tiempo para estudiar el asunto con mayor profundidad. Se trata de un pequeño gesto que, probablemente, no llegará más lejos, pero sí crea una pequeña sombra sobre el hombre en cuyos hombros caerá el paso de poner la economía a flote.

El candidato dejó de pagar unos 26.000 euros de impuestos

Geithner dejó de pagar unos 34.000 dólares (unos 26.000 euros) de impuestos que debía por su periodo de trabajo en el Fondo Monetario Internacional. Fuentes de la próxima Administración han asegurado que se debió a un error contable atribuible al hecho de que el FMI no descuenta a sus empleados norteamericanos las tasas, como hacen habitualmente las empresas nacionales. La principal sospecha surge porque Geithner no pagó una parte de esos impuestos debidos hasta noviembre pasado, pocos días antes de su nombramiento y una vez que el equipo de Barack Obama había revisado sus cuentas.

A esto se une otro episodio, de bastante menor relevancia, que es el hecho de que la familia Geithner tuvo trabajando como empleada doméstica a una extranjera con un permiso legal de trabajo que le venció unos meses antes de dejar el puesto.

Esto último, en realidad, no ha merecido comentario de nadie de cierta significación política. El problema de los impuestos, de mayor valor puesto que el secretario del Tesoro es también el responsable de la agencia recaudatoria, ha sido rápidamente disminuido por el entorno de Obama. El portavoz del presidente electo, Robert Gibbs, ha declarado que Geithner es "un hombre honesto que cometió un error técnico que rápidamente reparó".

Tampoco en el Congreso han querido, por ahora, hacer sangre. El presidente del comité de Finanzas, el demócrata Max Baucus, ha manifestado que este suceso "no alcanza el nivel de una descalificación". Dos de los tres republicanos en el comité también hablaron ayer a favor de Geithner. "Se trata de una persona muy competente que, como cualquier otra, puede cometer un error. Voy a votar por él", declaró el senador republicano Orris Hatch. Judd Gregg, del mismo partido, dijo que se estaba haciendo mucho ruido de nada.