La mayoría de vecinos de los Tres Turons ignora si su casa será derribada
Los residentes reiteran que muchas viviendas son compatibles con el parque
Incertidumbre, inseguridad -jurídica- e injusticia. Son los calificativos que más se repiten entre los vecinos de las zonas altas del Turó del Carmel, el de la Rovira y el de la Creueta del Coll que pueden perder sus casas con el plan del Ayuntamiento de Barcelona de crear el gran parque de los Tres Turons. Los representantes de entidades de vecinos y plataformas de afectados acudieron a una reunión el pasado martes en la que los responsables de Urbanismo les explicaron el proyecto y las afectaciones. De las 764 viviendas existentes se conservarían 464 y las restantes 300 desaparecerían. No se sabe cuáles. Un plan a cuatro cuatrienios vista y con un coste de salida de unos 300 millones de euros.
Convergència cree que son compatibles el parque y las viviendas
"Salimos como entramos, sin concreciones. Y así llevamos más de 10 años. Lo que queremos es un trato justo", explicaba Mercè Rodríguez en la mañana de ayer desde su casa, en la calle de Marsans i Rof. Desde allí, en lo alto del Turó del Carmel la vista es espléndida. Ella es propietaria desde 1970 de una casa, construida en 1910 en una finca de unos 300 metros en la que también viven sus dos hijos. Está en perfecto estado de conservación: "luego dicen que son casas de autoconstrucción".
No todas las edificaciones son iguales. Las hay que acusan un proceso de degradación porque son de construcción más sencilla y porque están ocupadas por inquilinos, no por los propietarios. En lo alto del Turó de la Rovira el panorama es distinto y la mayoría de las edificaciones son más sólidas. Muchas, construidas por los abuelos de los actuales ocupantes. Por ejemplo, la del extremo de la calle de Marià Lavernia, prácticamente tocando a las baterías antiaéreas que se alzan en el Turó. "Yo vivo aquí desde hace 50 años. La casa la levantó el padre de mi mujer y aquí hemos vivido dos generaciones. Estábamos antes de las afectaciones urbanísticas -hubo dos, la del Plan Comarcal de 1953 y la del Plan General Metropolitano de 1976- y creo que lo que quieren hacer es un abuso de autoridad", explica el actual propietario -ya jubilado- que no quiere ser identificado. En la misma calle, en otra casa, vive su hijo. "Aquí nadie exige nada, el parque que quieren hacer aquí no tiene por qué expulsar a las personas", subrayaba. Desde su casa se ve prácticamente toda la ciudad con el mar por un lado y, a lo lejos, la nieve en lo alto del Montseny.
"Llevamos años con la amenaza de que nos echan", apuntaba Lourdes, otra vecina de la misma calle. Vive en una casa que levantó su abuelo hace más de 60 años: "al principio sí iba a las reuniones pero luego te agotan", añade.
La asociación de vecinos del Turó de la Rovira, que agrupa a las familias que viven en lo alto de la montaña, ha planteado en más de una ocasión la compatibilidad del parque con la mayoría de las viviendas. Una postura que comparte el líder de Convergència, Xavier Trias. El Partido Popular también es crítico con el plan por falta de información a los afectados.
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