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Camas hasta en el mostrador

Los enfermos vuelven a los pasillos de las urgencias del hospital 12 de Octubre, que se han visto desbordadas por la epidemia de gripe

Si alguien quiso ayer visitar en el hospital a Elisa Soba, de 86 años, no pudo preguntar por ningún número de habitación. Primero, porque a pesar de permanecer allí casi 24 horas, nunca llegó a estar ingresada. Y segundo, porque por la mañana ni siquiera se la podía encontrar en uno de los 17 boxes (salas de tratamiento) de urgencias. Como mucho, alguien podría haberla localizado en la "puerta 1". Eso se leía en el cartel identificativo que el personal había colgado en la pared, sobre la camilla de Elisa. Su vecino, un anciano que dormitaba ajeno al trajín de las urgencias, ocupaba la "puerta 2". Ni siquiera estaban en un pasillo al uso; sus camillas entorpecían el paso en una de las puertas de entrada.

Sanidad atribuyó el colapso a "la llegada masiva de pacientes"

Un poco más allá, ya dentro de la zona de boxes, las camas de otros enfermos se alinean en los corredores, cada una con su cartel escrito a mano: "pasillo 1", "pasillo 2"... y así hasta "pasillo 15". Hay incluso una bautizada como "pasillo almacén", por estar frente a la entrada de una sala con estanterías llenas de material. Ni el mostrador, tras el cual teclean en los ordenadores dos administrativas, se libra de albergar enfermos. Imposible acercarse a la mesa para preguntar una duda: otras dos camillas están colocadas justo delante. La que se identifica como "mostrador 1" la ocupa un anciano envuelto en cables y con una mascarilla azul: está conectado a un monitor, a un palo con suero y a una bala de oxígeno.

Este periódico contó ayer al mediodía 12 camas ocupadas en los pasillos de las urgencias del hospital 12 de Octubre. A las ocho de la mañana eran 16, según datos del sindicato UGT. Otras 56 -según la misma fuente y a la misma hora- descansaban en los boxes, diseñados en principio para albergar una cama, pero que ayer se convirtieron en dobles y hasta triples. Una portavoz de la Consejería de Sanidad aseguró ayer por la tarde que la situación estaba ya "absolutamente controlada" y atribuyó el colapso de la mañana a "un repunte de apenas unas horas por la llegada masiva de pacientes que precisaban ingreso". Parte de la culpa corresponde, según Sanidad, a la epidemia de gripe, cuya incidencia había bajado ayer ligeramente: de los 250 casos por 100.000 habitantes de hace una semana -el registro más alto de las últimas cuatro temporadas, aunque otros años se han superado los 300- a los 213 de ayer.

En uno de esos boxes con tres camillas y sus tres enfermos pasó Elisa parte de la noche. Como mucho, descansando. Porque lo que es dormir, poco. "No nos ha dejado pegar ojo una mujer, que por lo visto ha perdido la cabeza", contaba al mediodía. Ya eran cuatro horas en la puerta 1. "A las ocho de la mañana me preguntaron si no me importaba dejarle mi sitio a otra mujer que estaba peor". Aceptó. "Porque me han dicho que me voy a casa enseguida. Bueno, cuando venga la ambulancia a buscarme. Ya veremos...". Para entonces esta limpiadora jubilada de RTVE llevaba casi 24 horas en el hospital. Entró en urgencias a las tres de la tarde del día anterior. No le dieron camilla hasta cinco horas después. Mientras, estuvo sentada en la sala de espera. "Ya no sabíamos ni cómo ponernos", relataba ayer su concuñada. Y después, al box triple. "Y sin baño", añadía.

El 12 de Octubre fue el único gran hospital con las urgencias colapsadas ayer, según una portavoz del Servicio Madrileño de Salud. Y el problema, aseguró, se solventó a lo largo de la mañana. "Ha sido algo muy coyuntural", explicaron desde el hospital, "que se ha solucionado al dar altas". El 12 de Octubre ha estado derivando pacientes a centros concertados con camas libres, como el hospital Gómez Ulla, el de Santa Cristina o la Cruz Roja. Ayer, además, tenía abierta la planta 5B (18 camas) de la Maternidad, que utiliza para ingresar a los pacientes adultos para los que no encuentra cama en el edificio de la residencia.

"Esto siempre está así", suspiraba ayer una enfermera de la urgencia. El sindicato UGT asegura que el de ayer no fue un colapso puntual. "A finales de diciembre desaparecieron las camas del pasillo, pero ahora han vuelto", afirmaba uno de sus afiliados. "Llevamos tres remodelaciones de la urgencia y el problema sigue igual. Se tiene que hacer un estudio para ponerle solución", afirmaba Reyes Gallego, delegada del Sindicato Único de Sanidad e Higiene.

El sindicato envía puntualmente un fax a la gerencia y a la Consejería cada vez que la situación se descontrola. El 18 de noviembre pasado incluso remitió al juzgado de guardia una denuncia. "La sobrecarga asistencial de este servicio es de tal magnitud que impide ejercitar la asistencia con la mínima calidad profesional y humana necesaria", empieza el escrito, firmado por medio centenar de trabajadores. Y añade: "Resulta imposible asumir las consecuencias que en cuanto a la vida de las personas pudieran derivarse de esta situación".

Dos pacientes en sus camas frente a un mostrador de urgencias del 12 de Octubre.
Dos pacientes en sus camas frente a un mostrador de urgencias del 12 de Octubre.E. G. S.

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