Camps se aferra en Murcia a su agenda de peticiones a Zapatero

Para este viaje no hacían faltas tantas alforjas. El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, en su enésima entrevista con su homólogo de la región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, no se movió ni ápice de su tradicional reivindicación ante el Gobierno central. Camps enterró la breve tregua, a raíz del encuentro con el presidente Zapatero sobre el nuevo modelo de financiación autonómica, y regreso a su añejo victimismo sobre el agua y las infraestructuras, entre ellas el AVE.

Los presidentes de la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, y el de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, exigieron ayer, en un encuentro celebrado en Murcia, jefe del Ejecutivo central, José Luis Rodríguez Zapatero, que "abandone su silencio" y se manifieste "personalmente" sobre la posibilidad de que el nuevo Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha incluya alguna referencia a la caducidad del trasvase Tajo-Segura. Una triste iniciativa cuando está a punto de llegarse a un acuerdo en la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados, en la que el cartagenero Federico Trillo, diputado por Alicante, tiene un papel protagonista, y sobre la que su presidente, Mariano Rajoy, nunca ha dicho nada claro.

El jefe del Consell exige al Gobierno que se pronuncie sobre el Tajo-Segura

Camps, en la rueda de prensa posterior a la reunión mantenida entre ambos presidentes, pidió a Zapatero que se pronuncie sobre si está a favor o no de "los trasvases de agua" a estas dos comunidades autónomas y criticó que el jefe del ejecutivo central "se esconda ante circunstancias que requieren el liderazgo del presidente de Gobierno".

A su juicio, Zapatero "nunca habla de lo que realmente preocupa a los españoles", ni "toma decisiones de lo que preocupa a los ciudadanos", e insistió en que "no puede seguir escondiéndose, porque es el presidente del Gobierno" y por tanto el responsable de que "no haya llegado el AVE, de la derogación del trasvase del Ebro y de que continúe o no el trasvase Tajo-Segura".

A juicio de Camps, además del presidente del Gobierno deberían manifestar su posición sobre la caducidad del Tajo-Segura que aparece en la reforma del estatuto de Castilla-La Mancha los diputados por Valencia, María Teresa Fernández de la Vega; Alicante, Bernat Soria, y Murcia, Mariano Fernández Bermejo, por su condición de miembros del Gobierno. Sin embargo, obviaron a la número dos del PP nacional, su partido, la presidente de los populares de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, que junto al presidente socialista José María Barreda, es una de las les instigadores de la caducidad del Tajo-Segura.

No obstante, Camps añadió que el PSOE es mayoritario en las Cortes Generales, y todavía no se ha manifestado sobre este asunto, mientras que el PP, insistió, ha dicho ya en reiteradas ocasiones que rechazará el texto si incluye la caducidad del trasvase.

En ese sentido, el presidente Valcárcel dijo que el PP de Murcia y Valencia tampoco aceptarán una revisión del volumen de agua a trasvasar desde el Tajo al Segura condicionado por el desarrollo de la desalinización, porque "no se cambiará agua del Tajo por agua desalada".

Además del agua, los presidentes de Murcia y Valencia analizaron cuestiones de interés común, como el sistema de financiación autonómica y el futuro tren de alta velocidad entre Madrid y el Levante, en lo que fue la primera reunión bilateral del año entre los dos dirigentes.

Sobre financiación autonómica, Valcárcel dijo que el Gobierno no les ha facilitado todavía la cuantía de los fondos anunciados por Rodríguez Zapatero en la reforma del sistema, y reclamó de nuevo que se tenga en cuenta la variable de población porque "son más valencianos y murcianos hoy que ayer, y tienen derecho a que se les reconozca".

En materia de infraestructuras, Camps dijo que, a consecuencia de la mala gestión del gobierno socialista en alta velocidad, "se han dejado de hacer en 2008 ocho millones de viajes entre Madrid, Murcia y Comunidad Valenciana".