Ibarretxe afirma que "no es siervo de España ni de ETA"

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, afirmó ayer en un acto de precampaña celebrado en Zumaia que no es "siervo de España, ni tampoco de ETA" y que su "auténtica prioridad" como presidente del Gobierno vasco es "lucha con coraje" para hacer frente a la crisis. 24 horas antes de que el tribunal que le juzga junto a dos dirigentes del PSE por sus reuniones con cinco miembros de la izquierda abertzale, resuelva sobre la petición de archivo de la causa, Ibarretxe optó ayer por no referirse al proceso penal.

En cambio, su compañero de tribuna, el máximo dirigente del PNV en Guipúzcoa, Joseba Egibar, recordó que se está juzgando no sólo al lehendakari, sino a la "máxima institución vasca" e insistió en la necesidad de aclarar si el diálogo es "herramienta legítima" para llevar a cabo un proceso de paz porque "también nos jugamos nuestro futuro", apuntó. Tanto el Foro de Ermua como Dignidad y Justicia, las dos acusaciones populares que han impulsado este juicio, "saben que el objetivo es que en el futuro también el dialogo sea considerado delito, para que no se de un proceso de paz en este pueblo", enfatizó.

Egibar e Ibarretxe tuvieron duras palabras contra ETA y su violencia y enviaron algunas preguntas a su mundo político. Egibar advirtió a la izquierda abertzale de que no podrá construir su alternativa a la formación peneuvista si continúa sin rechazar la violencia. Por ello, preguntó al ex dirigente de la ilegalizada Batasuna Arnaldo Otegi: ¿sobre qué valores pretende construir la alternativa al PNV?, ¿o sé cree que hay alguna alternativa posible en este pueblo con o junto a ETA? No hay alternativa posible con violencia" contestó el propio Egibar.

Gritos contra el PNV

Su intervención fue interrumpida por una veintena de simpatizantes de la izquierda radical que portaban carteles con el lema Euskal Herria no está en venta y en los que podía leerse el teléfono de Sabin Etxea. Los alborotadores gritaron "PNV español" y "No al fraude".

Ibarretxe recordó el asesinato precisamente en Zumaia en agosto de 2000 del empresario guipuzcoano y ex presidente de Adegi José María Korta. Y subrayó que "no es posible utilizar la violencia en el siglo XXI. No se puede construir Euskadi con asesinatos, amenazas y bombas. Ahí tenemos que decirle que deje las armas y la violencia para siempre", insistió. El presidente vasco reconoció que Korta, por desgracia, "no podrá ver una Euskadi en paz, pero nosotros sí".