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Una nevada histórica pone en jaque al transporte público en San Sebastián

Cinco horas de nieve inutilizan 20 de las 26 líneas de autobuses urbanos

Mikel Ormazabal

San Sebastián y las localidades de su entorno vivieron ayer ensimismadas bajo una nevada histórica que acabó provocando importantes alteraciones en el transporte público de la capital guipuzcoana. La nieve caída durante cinco horas de forma ininterrumpida y unas temperaturas que rozaron los cero grados alteraron por completo el paisaje donostiarra: las playas quedaron teñidas de blanco y en las calles, adornadas aún con motivos navideños, sobresalían unas voluminosas figuras que ocultaban coches y motos cubiertos por una gruesa capa. Algunos se atrevieron a deslizarse con esquíes por el centro y tampoco faltaron a su cita los bañistas diarios de La Concha. En San Sebastián no se recordaba una estampa así desde mediados de los 80.

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Pero de la perplejidad inicial, por lo inusual del fenómeno, se pasó en algunos casos a las protestas por las incomodidades que trajo la tormenta polar. No hubo psicosis entre la población, porque los comercios pudieron abastecerse y no faltaron los alimentos, pero conforme avanzaba la mañana y la nieve iba tomando cuerpo, las calles fueron vaciándose y escaseando los vehículos en circulación. San Sebastián fue adquiriendo tintes misteriosos.

La pendiente más pequeña se convirtió en un obstáculo infranqueable para los autobuses urbanos. Sólo pudieron funcionar, y a duras penas, seis de las 26 líneas de la compañía municipal. Los viajeros de la línea Errotaburu-Antiguo-Centro (unos cuatro kilómetros) tardaron 50 minutos en llegar a su destino. Se suspendieron todos los servicios a los barrios altos, pese a que fueron reclamados, incluso angustiosamente, por algunos usuarios al mediodía. "¿Qué pasa con el de Egia? Llevo más de media hora esperando", le inquirió molesto un ciudadano con muletas a un chófer. "¿El de Egia? Está en La Concha", le contestó éste de forma displicente.

Hubo problemas en algunos momentos para despejar completamente el acceso rodado al complejo hospitalario, en el alto de Miramón. El Ayuntamiento tuvo que activar un plan de emergencias y movilizar diez vehículos de los bomberos, la Guardia Municipal y la empresa de limpieza FCC con el fin de que la situación no empeorara.

San Sebastián fue la gran damnificada por la ola de frío y nieve. En el resto de la provincia también nevó de forma copiosa, aunque las carreteras principales permanecieron abiertas. La Diputación empleó 55 máquinas quitanieves para facilitar la circulación. El temporal afectó principalmente a las carreteras secundarias y obligó a cerrar los puertos de Herrera y Mandubia. A los problemas por el mal tiempo se unió el cierre por la tarde de la frontera francesa para los camiones que se dirigían a este país, lo que originó colas de seis kilómetros en el paso de Biriatou.

La actividad escolar discurrió con normalidad. Abrieron todos los colegios de la red pública, aunque en cuatro centros de la Rioja alavesa, ubicados en Laguardia, Lanciego y Elciego, faltaron algunos alumnos que tuvieron problemas con el transporte.

La ola gélida se mantendrá hoy, según Euskalmet. La cota de nieve seguirá estando en los 100 metros de altitud y podría llegar a la costa, y las temperaturas rondarán los cero grados en el interior como máximo. El mayor peligro puede venir de la formación de hielo en las carreteras.

Una ciclista desafía a la nieve en los jardines de Alderdi Eder, con el Ayuntamiento donostiarra al fondo.
Una ciclista desafía a la nieve en los jardines de Alderdi Eder, con el Ayuntamiento donostiarra al fondo.JAVIER HERNÁNDEZ

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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