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Reportaje:

Aquí paz y después 'country'

Los dos vocalistas del grupo de rock alternativo The Jayhawks sellan su reconciliación con un nuevo disco, 13 años después de la ruptura de la banda

"Me arrepiento de haber estado años sin hablar con Gary tras mi marcha de The Jay-hawks en 1995", dice Mark Olson, personaje clave en eso que llaman country alternativo cuando quieren decir la generación que partió de la música de raíces estadounidense, la barnizó con algo de pop y la sirvió para la maltrecha nación grunge. Gary es, claro, Gary Louris, con quien compartió camerino y escenario en una reciente visita a Madrid. Juntos lideraron desde Minneapolis The Jay-hawks, banda que firmó algunas de las más brillantes páginas del rock de los noventa, con dos obras maestras incluidas, Hollywood town hall y Tomorrow the green grass. Y juntos acaban de publicar, reconciliación mediante, Ready for the flood, su primer álbum a medias en 13 años. "Mi adiós al grupo fue una decisión poco meditada que ya no tiene remedio", continúa Louris. "Lo importante es que él y yo volvemos a estar juntos y las cosas funcionan de nuevo".

El trabajo es fruto de un lustro largo de distensión de las hostilidades
Louris: "Mi adiós al grupo fue una decisión precipitada sin remedio"

El abandono tuvo sus razones: Olson buscaba pasar más tiempo con su esposa, la cantautora Victoria Williams, enferma de esclerosis múltiple, y se refugió con ella en el desierto californiano de Joshua Tree. "También me sentía un poco harto de las giras y pretendía tocar otros géneros, como el folk", añade. Su proyecto con Victoria, The Original Harmony Ridge Creekdippers, chapoteó por aguas subterráneas, preso de la autogestión y de una prolífica irregularidad musical. Louris, mientras tanto, siguió pariendo con The Jay-hawks discos interesantes, aunque sin la gracia original. Echó el cierre al grupo en 2005. Meses antes se había disuelto el matrimonio de Olson-Williams.

El folk acústico es la clave de Ready for the flood. El disco es fruto de un lustro largo de distensión de las hostilidades y un par de modestas giras compartidas. "Al tocar nos dimos cuenta de que necesitábamos temas nuevos: la nostalgia me entristece. Pero el fin de nuestra guerra fría ya había venido algo antes, con un encargo para el cine. Nos pidieron una canción para una película que luego no se usó, pero nos permitió volver a escribir juntos", continúa Gary.

El método de composición a cuatro manos ha ganado en intensidad: "En sólo seis días hemos construido las canciones desde los cimientos, a menudo, uno enfrente del otro, con las guitarras, acorde por acorde". Y el formato esencialmente acústico supone una conquista: "Con The Jayhawks siempre queríamos incluir alguna así y, por unas causas u otras, no había manera. Esta vez al productor, Chris Robinson [vocalista del aguerrido combo de blues rock Black Crowes] no ha hecho falta convencerle".

El empaste vocal entre Olson y Louris resulta ya legendario. "Tiendo como compositor y por mi timbre a la melancolía y por eso necesito el ánimo que aporta la voz de Gary". Y éste matiza: "Yo también suelo ser melancólico, pero tampoco es cuestión de parecer deprimentes. Aunque difícilmente se nos podrá considerar alguna vez una banda de baile".

Al margen de alguna letra truculenta, hay hasta una canción sobre la muerte de esas que los americanos llaman murder ballads, los textos de Ready for the flood pasan de los amores perdidos a los negros augurios, sin olvidar cuestiones sociales. "No hace demasiado tiempo que me planteé convertirme en paramédico. Incluso llegué a inscribirme en los cursos". Aunque Mark con los años de cuidados a su ex mujer habría brillado como sanitario, la música logró retenerlo, superada su depresión después del divorcio con el magnífico The salvation blues.

Una gran musa para Ready for the flood provino de las islas: "Nos encantan los cantautores británicos que emplean el fingerpicking (pulsar las cuerdas con los dedos) como Roy Harper o Bert Jansch, pero nuestro faro siguen siendo Gene Clark y el Sweetheart of the rodeo, de The Byrds".

Y pese al éxito este año en el festival Azkena de Vitoria con The Jayhawks al completo (en la etapa de Olson nunca tocaron en España), no hay visos de un nuevo disco con la banda: "Haremos otro par de festivales, pero sería inquietante retomar algo que quizá fuera mejor sólo recordar".

Mark Olson y Gary Louris (derecha), en la sala Galileo de Madrid.
Mark Olson y Gary Louris (derecha), en la sala Galileo de Madrid.ULY MARTÍN
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