Cinco años rodando por Marte, y en buena forma para seguir
Spirit y Opportunity han recorrido algo más de 21 kilómetros por Marte, han subido pendientes escarpadas y descendido a cráteres, han sobrevivido a tormentas y superado trampas de arena, han hecho descubrimientos científicos sobre el pasado de ese planeta, han enviado un cuarto de millón de imágenes y han envejecido. Contra todo pronóstico, estos dos robots todoterreno han sobrevivido en el planeta vecino cinco años, pese a que la NASA se daba por satisfecha, en enero de 2004, cuando llegaron a su destino, con que funcionasen tres meses.
Spirit alcanzó la superficie marciana el 3 enero de 2004; su gemelo Opportunity, 21 días después. Pese al entorno hostil y al desgaste siguen funcionando; los científicos y responsables de la misión saben que en cualquier momento uno u otro pueden sufrir una avería fatal, pero, mientras tanto, han planeado ya sus rutas para 2009: Spirit irá hacia un montículo y un agujero, Opportunity se dirige al cráter Endeavour.
A la gran labor de los ingenieros que diseñaron y fabricaron estos robots en el Jet Propulsion Laboratory (California) hay que agradecer, sin duda, su inesperada y fructífera longevidad, pero ellos mismos reconocen que han contado con una ayuda inesperada: los vendavales de Marte que, de vez en cuando, barren el polvo de los paneles solares de los vehículos, que así pueden seguir proporcionando energía. Spirit hace tiempo que no ha disfrutado de uno de estos ventarrones de limpieza y está sucio, pero ha superado -casi en las últimas- el duro invierno y empieza ahora a recuperar energía en la primavera marciana.
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