Pekín envía buques de guerra contra los piratas somalíes

China se ha sumado a la lucha mundial contra la piratería marítima. El Gobierno de Pekín va a enviar dos destructores y un barco de avituallamiento frente a la costa de Somalia para ayudar a poner fin a la ola de ataques que ha perturbado seriamente el transporte marítimo internacional. Se trata de la primera vez, en la historia reciente, que la flota china emprende una misión potencialmente de combate fuera de sus aguas.

China se ha mantenido al margen de las operaciones militares en el exterior. Pero su creciente poderío económico y diplomático ha conducido a peticiones de que asuma más responsabilidades internacionales. Además, se ha visto afectada por los asaltos. Unos 100 barcos -siete chinos- han sido atacados por piratas somalíes desde principios de año.

La decisión de enviar los navíos de guerra -que está previsto que inicien el viaje el viernes- se produce después de que el Consejo de Seguridad de la ONU otorgara la semana pasada un mandato de un año para operar en Somalia a los países que luchan contra los piratas, que actúan de forma cada vez más audaz en el golfo de Adén, parte de la ruta del canal de Suez entre Europa y Asia.

El 20% de los barcos chinos que han navegado este año frente a las costas somalíes han sido asaltados, según el Ministerio de Exteriores. Compañías de algunos países incluso prefieren contornear África, pese a ser una ruta más larga y más cara.

Pekín ha asegurado que sus navíos cooperarán con los de otros Gobiernos y operarán de acuerdo con las resoluciones de la ONU y las leyes internacionales, pero ha añadido que su principal misión será proteger los mercantes chinos y los de organizaciones como el Programa Mundial de Alimentos. Los buques chinos están equipados con misiles guiados y artillería, dos helicópteros, y un destacamento de fuerzas especiales. Los barcos permanecerán en aguas internacionales, pero entrarán en jurisdicción somalí si la situación lo justifica.