Obama no habló con el gobernador de Illinois sobre su escaño de senador
El informe del presidente electo exonera a su equipo en el 'caso Blagojevich'
Barack Obama tiene las manos limpias. Es lo que se desprende de la investigación interna que el equipo de transición del presidente electo ha emprendido para aclarar si alguien incurrió en algún delito en el caso Blagojevich. El gobernador de Illinois, Rod Blagojevich, se encuentra en libertad bajo fianza acusado de haber intentado lucrarse o beneficiarse con la elección del sustituto de Obama en el Senado. La legislación de Illinois otorga al gobernador el poder de designar al sustituto de cualquier senador que abandone su puesto.
En las escuchas extraídas por el FBI durante un mes del teléfono de su casa se oye a Blagojevich afirmar que el escaño es oro y que no está dispuesto a soltarlo a cambio de nada.
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El proceso de expulsión del cargo de Blagojevich puede tardar meses
En la investigación, dirigida por el abogado Greg Craig, futuro consejero de Obama en la Casa Blanca, se informa de que el jefe de Gabinete del presidente electo, Rahm Emanuel habló "una o dos veces" con Blagojevich entre el 6 y el 8 de noviembre y cuatro veces con el jefe de Gabinete del gobernador, John Harris. En esas conversaciones Emanuel recomendó a Valarie Jarrett, amiga de Obama, para sustituirle en el Senado. También aportó los nombres de los congresistas Jan Schakowsky, Jesse Jackson, Dan Hynes y Tammy Duckworth. Lo hizo a petición de Obama. Pero "en ningún momento en la conversación sobre el escaño del Senado y sus posibles sustitutos oyó el presidente electo ninguna sugerencia de que el gobernador esperase un beneficio personal a cambio de efectuar su nombramiento para el Senado", indica el redactor del informe. Obedeciendo a Obama, Emanuel sugirió también al jefe de gabinete del Gobernador los nombres de Lisa Madigan y Cheryle Jackson para el escaño. El documento señala que no hubo nunca quid pro quo, una cosa a cambio de otra.
Craig entrevistó a Eric Whitaker, un amigo de Obama que no pertenece al equipo de transición, aunque recibió varias llamadas en los tres días posteriores al 4 de noviembre de Louanner Peters, miembro del círculo cercano al gobernador. Éste preguntó a Whitaker si sabía quién estaba autorizado a hablar en nombre del presidente en relación con la vacante del Senado. Whitaker transmitió la pregunta a Obama y Obama le contestó que él no estaba interesado en dictar el resultado de selección de su sucesor, "ni directa ni indirectamente" y que nadie estaba autorizado a hablar sobre el asunto en su nombre.
El gobernador reclamó su inocencia la semana pasada en una declaración institucional ante la prensa en la que no contestó a ninguna pregunta. "Voy a luchar, voy a luchar y voy a luchar hasta que me quede el último aliento; no he hecho nada malo y no soy culpable de ninguna actividad criminal", declaró.
Pero aún no se ha extinguido el eco de las conversaciones donde se le oye referirse al puesto vacante como si se lo fuera a vender al mejor postor: "Al menos que consiga algo realmente bueno, joder, me quedaré yo mismo [con el escaño]". El gobernador sabía que Obama quería a una persona determinada para ese puesto, pero él no estaba dispuesto a nombrar a esa persona al menos que consiguiera a cambio alguna embajada, o el puesto de máximo responsable de Sanidad. "¿Le voy a dar ese hijo de puta [el presidente electo] su senador a cambio de nada? ¡Que se joda! ¿A cambio de nada? ¡Que se joda!".
Obama se encontraba ayer de vacaciones en Hawai, su Estado natal, cuando su equipó difundió el resultado de la investigación interna. En realidad, el informe estaba preparado desde hacía una semana, pero el fiscal de Illinois, Patrick Fitzgerald solicitó que no se desvelara "hasta dentro de unos días" para que no perjudicase a su investigación. Numerosos analistas criticaron que el informe se hiciera público cuando Obama y gran parte de la población se encuentra en plenas vacaciones navideñas.
Otros prestigiosos columnistas abogaban para que se diese al presidente electo un respiro en el caso Blagojevich. En las conferencias que celebró casi todos los días de la semana pasada en Chicago para presentar a su nuevo equipo, Obama no toleraba más que tres preguntas por sesión y en cuanto le mencionaban el caso eludía contestar amparándose en la discreción que demandó el fiscal de Illinois.
El fiscal Fitzgerald también solicitó ayer al equipo de congresistas locales que han emprendido un proceso de expulsión o impeachment contra Rod Blagojevich que no profundicen en las acusaciones que él ha formulado contra Blagojevich, ya que eso podría alterar la investigación que él mismo está desarrollando.
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