SOS Racismo se descuelga del pacto por la Inmigración en protesta por las "rebajas" de CiU
Educación, Vivienda, Investigación y, ayer, Inmigración. El cuarto pacto nacional que promueve el Gobierno catalán fue rubricado ayer en la Generalitat por 29 entidades, partidos y sindicatos, pero con ausencias destacadas, como la de Comisiones Obreras, el Partido Popular y, en el último momento, la de SOS Racismo. El acuerdo sienta las bases de la futura ley de Integración de Cataluña y es la directriz que deberá seguir el Gobierno en los próximos años en los asuntos relacionados con Extranjería, además de introducir un listado de peticiones que trasladar al Ejecutivo central. Sin embargo, en el último momento, las "rebajas" introducidas por exigencia de Convergència i Unió motivó que SOS Racismo se negara a firmar el pacto.
El presidente de la Generalitat, José Montilla, rechazó durante la firma del pacto que la exigencia de tener conocimientos básicos de catalán para conseguir la regularización sea un obstáculo para los inmigrantes. Montilla defendió el catalán como lengua de "acogida" y aseguró que la "coexistencia de dos lenguas oficiales no tiene que suponer ningún problema".
Los firmantes del acuerdo destacaron que las medidas que contiene el documento ayudarán a acabar con la idea de que los inmigrantes son ciudadanos "de segunda".
Las horas previas al pacto fueron tensas por los desacuerdos que quedaban pendientes. CiU rechazaba que el pacto abogara por conceder a los inmigrantes el derecho a voto en las municipales tras cinco años de residencia legal. Al aceptar el Gobierno que el derecho de voto se reservara sólo a los inmigrantes que tengan la residencia permanente CiU accedió a firmar. Con todo, los nacionalistas quisieron distanciarse del pacto con un gesto simbólico. En lugar de acudir al acto de la firma su líder, Artur Mas, lo hizo el portavoz parlamentario, Oriol Pujol.
Lo mismo que permitió la firma de Convergència i Unió acabó por apartar del consenso a otra entidad que en principio se había adherido al pacto: SOS Racismo. "SOS Racismo siempre ha defendido que el derecho de voto debe ir vinculado a la residencia; en cambio, el texto explicita claramente que el derecho de voto se vincula directamente a la situación administrativa", explicó un portavoz de esta entidad a modo de justificación.
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