La crisis frena la llegada de otras dos empresas a la bahía de Cádiz

Las dos últimas iniciativas empresariales que se han caído de los planes previstos en la bahía de Cádiz tienen un punto en común: el biodiesel. La crisis económica y el rechazo social que generan estos proyectos han provocado que las empresas Capital Energy y Aurantia hayan renunciado a las concesiones que tenían para levantar plantas para fabricar este combustible en el muelle de la Cabezuela, en Puerto Real. Las dificultades financieras también han paralizado la llegada de la compañía Zahav Motors, que iba a construir todoterrenos. Las administraciones reconocen que las previsiones no se están cumpliendo pero lo atribuyen a una coyuntura superable que no detendrá los programas de recolocación de los ex trabajadores de la extinta Delphi.

Los sindicatos piden rebajar a 50 años la jubilación en Delphi

La construcción de las dos plantas de biodiesel se daba a conocer justo después del cierre de la fábrica de componentes de automoción que Delphi tenía en Puerto Real. Fueron incluidas en una lista de diez proyectos que podían recolocar a los 1.904 afectados por la marcha de la compañía. Capital Energy, a través de su división, Diesel Energy, tenía previsto iniciar en 2009 su planta en el muelle de La Cabezuela gracias a una concesión otorgada por la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz.Capital Energy contaba con una inversión de 25 millones de euros y preveía generar 40 empleos, 30 de ellos para ex trabajadores de Delphi. La renuncia de Capital Energy fue confirmada ayer por el presidente de la Autoridad Portuaria, Rafael Barra, quien destacó las importantes pérdidas económicas que ocasionará este fallido proyecto.

Se marchan los 360.000 euros que suponía la tasa de ocupación y los dos millones de euros anuales que iba a recibir el organismo público por la concesión, un 10% de los ingresos previstos en los presupuestos del puerto gaditano. "Habrá menores ingresos para esta casa y menor inversión privada", lamentó. La Autoridad Portuaria también ha perdido una pequeña fábrica de hormigón que se iba a instalar en el mismo muelle y se ha visto obligada a posponer el concurso público para construir y explotar una nueva terminal en Cádiz a petición de Transmediterránea.

La renuncia de Capital Energy se suma a la de Aurantia, que también ha descartado construir la planta de biodiesel prevista. El proyecto ha sido ya descartado oficialmente aunque José de Mier, el delegado de la Zona Franca de Cádiz, organismo que participa en esta iniciativa, confía todavía en este combustible a través del cultivo de microalgas. "No abandonamos. La microalga tiene un 60% de aceite y se puede utilizar como combustible". La idea de Aurantia contaba con una inversión de 60 millones de euros e iba a generar 40 empleos.

El apoyo económico a la bahía de Cádiz del Gobierno central y la Junta había atraído otros ocho proyectos ya concretado y un número indeterminado que se sigue negociando en privado. En total, una inversión de 657 millones de euros con capacidad para crear 3.400 puestos de trabajo. Una de esas empresas también se aleja en el tiempo. Es la compañía de fabricación de vehículos todoterrenos Zahav Motors, que iba a generar 540 empleos, 200 para los ex de Delphi.

La crisis de los automóviles está detrás de la marcha atrás de la compañía. A pesar de estas bajas, la Junta confía en poder recolocar a 600 empleados de Delphi a lo largo de 2009. Del censo inicial de 1.904 afectados, todavía quedan vinculados a la empresa 1.547 trabajadores. El resto ha renunciado, ha encontrado trabajo por su cuenta o se ha prejubilado. Los sindicatos han propuesto adelantar la edad de prejubilación de 53 a 50 años para aligerar la elevada cantidad de empleados que todavía esperan una empresa que les contrate.