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La madre de Alba, "impasible" ante la muerte cerebral de su hija

Los 'mossos' evocan la frialdad de la mujer al ser detenida

Se dice que lo peor que le puede ocurrir a un padre es la muerte de su hijo, pero no hay ninguna verdad absoluta. Dos mossos d'esquadra declararon ayer ante el tribunal que juzga el caso Alba que Ana María Cano, la madre de la niña, se mostró "impasible" y "con indiferencia" cuando le comunicaron la muerte cerebral de su hija. Se inmutó tan poco, añadieron los agentes, que se durmió nada más entrar en el calabozo a los minutos de ser detenida y hasta les replicó que "era mentira y tendrían que demostrar" que la niña había sido brutalmente maltratada la noche del 4 de marzo de 2006.

Los policías quedaron tan sorprendidos que anotaron en el informe policial esa inusual reacción de la acusada, una mujer sin estudios ni empleo que desde hacía meses iba cambiando de pareja para sobrevivir, según se puso de manifiesto en la investigación. Su último compañero fue Francisco Javier Pérez, con el que comparte banquillo. "No había ninguna reacción, todo era muy frío", testificaron los policías ante el tribunal para referirse a la reacción del último padrastro que tuvo Alba. Horas después de ingresar en Vall d'Hebron, el cerebro de la niña recobró su actividad, aunque ha quedado con graves secuelas físicas y psíquicas de por vida.

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Los médicos que la atendieron tras la agresión coincidieron en que las heridas que presentaban eran incompatibles con una caída de la cama, como sostienen los acusados. Ni siquiera si la niña hubiera estando saltando, dijo la enfermera.

Álvaro C., el padre biológico declaró que la pequeña nunca le explicó que sufría maltrato y explicó que la niña estaba "un poco sucia" cuando iba a recogerla. "Ríete, ríete, que eres un sinvergüenza", le espetó el padre al padrastro cuando pasó frente a él esposado. El hermano del acusado sí que evidenció en el juicio que los lazos de sangre pueden tirar mucho. Tanto, que tras la detención grabó una conversación con la hija del padrastro con intención exculpatoria.

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