"Estábamos en una ratonera"

A las 20.50 empezaron a volar las piedras y las bombas de pintura contra la puerta de la Unidad de Policía Municipal de la calle de la Montera. Cinco agentes se fueron al aparcamiento de la plaza del Carmen a vigilar los coches patrulla. Por si acaso querían quemarlos. Los otros, una veintena, se parapetaron detrás de las dos cristaleras del edificio policial. Sirvió de poco. La primera la rompieron las piedras. La segunda la reventó una tapa de alcantarilla. Nada que hacer. No tenían protección ni medios para contener o repeler el ataque que acababa de comenzar. 200 antisistema en la calle y ellos acorralados en su propia casa. "Una gran impotencia e intranquilidad, no por los de fuera, sino por los escasos medios, ninguno, que tenemos", relata uno de los policías atrapados.

"¿Por qué no resistió una instalación de 1,6 millones?", dice Óscar Iglesias

Según fuentes policiales, los agentes lanzaron hasta tres llamadas de socorro (clave 100) a otros compañeros de las UC's (la unidad de antidisturbios de la policía municipal). "Pero no apareció nadie hasta al cabo de mucho rato. Tenían que haber venido antes, sólo queríamos que hubiera presencia policial para asustarlos". Pero nada.

Las únicas protecciones que tiene el moderno edificio, que se inauguró en 2007 y costó 1,6 millones de euros, son las cristaleras. Pero no están blindadas. Además, el sistema de bloqueo, que funciona con electroimanés, está estropeado desde hace más de 10 meses. Los agentes tampoco tienen cascos ni escudos dentro del edificio para enfrentarse a una situación así. Por eso, y porque nadie acudió al rescate, no pudieron salir.

"Estábamos en una ratonera. Si hubieran tirado un cóctel molotov, nos hubieran achicharrado. Sólo hay una puerta trasera, pero es pequeña y ha estado mucho tiempo obstaculizada por las vallas de la obra de Fomento", explica un agente. "Si los asaltantes hubieran querido, habrían entrado hasta la cocina".

No había consigna. Al mando estaba un sargento. Esperar. Fue muy poco tiempo. Apenas unos minutos. Pero se hizo eterno. "Dentro es donde no teníamos que estar. Así que salimos espontáneamente. Alguien dijo '¡Vamos!". Y para afuera. Ocho pudieron ponerse el casco de motorista que tienen. Los otros, a pelo. Y pese a que, fuera, la mayoría de asaltantes ya se había marchado, les llovieron los objetos. Dos resultaron heridos.

El responsable de Seguridad del PSOE en el Ayuntamiento, Óscar Iglesias, criticó ayer la situación a la que se llegó en la noche del miércoles. "Exigiremos al Ayuntamiento que informe de la descoordinación que hubo. ¿Por qué un edificio de 1.600.000 euros no ha resistido el ataque? La Policía Municipal no tiene material para enfrentarse a estos sucesos. Hay que modernizarlos para que se puedan defender ellos mismos y a los madrileños", exigió Iglesias.

Una portavoz de la concejalía de Seguridad ni confirmó ni desmintió ayer estos datos. "Es lamentable que ante unos hechos tan graves como los registrados haya quien se aproveche [en referencia a los agentes críticos] para cuestionar unas unidades de policía que reúnen los máximos estándares de seguridad. Cuando se hace una comisaría hay un comité de salud laboral en el que está representada la policía, y no se puso ninguna objeción".