El coleccionista serio toma el relevo del especulador
La conservadora Miami Art Basel apenas deja sitio a las creaciones rompedoras
Las solitarias burbujas azules de porcelana del artista chino Ai Weiwei en la isla de Watson, frente a la línea de playa del sur de Miami, inducen a pensar en la burbuja especulativa del arte que parece a punto de explotar. La feria Art Basel Miami Beach, espejo americano de la suiza, considerada la feria más importante del mundo, abrió sus puertas ayer a los coleccionistas para una visita previa a su apertura al público hoy. La séptima edición de este evento anual reúne a más de 200 galerías internacionales con obras de dos millares de artistas, desde clásicos del siglo XX hasta trabajo recién salido del estudio de sus creadores. Los directores de Art Basel, Marc Spiegler y Annette Schönholzer, declararon ayer que sería pecar de inocentes si pensaran que la crisis económica no va a afectar al mercado del arte. "Vemos que lo que habrá será una gran demanda de obras de alta calidad", afirmó Spiegler. "Los que van a quedar fuera son los especuladores, los coleccionistas más serios vienen con optimismo en busca de la oportunidad de piezas para mejorar sus colecciones. De alguna manera esta situación es beneficiosa para el arte. Favorece a una normalización de los precios".
La edición reúne más de 200 galerías con obras de dos millares de artistas
Hay mucha pintura y vídeo enmarcado, ideal para paredes de mansiones
En un primer recorrido por la feria queda claro que la oferta de este año es más conservadora. Si se considera que el cuadro es la moneda de cambio del arte, esta edición es como una gran hucha. No parece haber mucho lugar para piezas rompedoras. Se ve bastante pintura, fotografía y vídeo enmarcado, para paredes de mansiones y museos. Las galerías han traído obras de creadores consagrados junto con algunas piezas de sus jóvenes apuestas. En el hall de entrada, dos retratos de Obama, uno hiperrealista de Kurt Kauper y otro de Yan Pei-Ming, dan qué pensar en las expectativas de este personaje que Andy Warhol -menos omnipresente que en ediciones anteriores- no habría dudado en inmortalizar. Veteranos coleccionistas recorrían con parsimonia los expositores, mientras los nuevos ricos que acudían ansiosos en años anteriores a esta visita previa parecían haber desaparecido o, en todo caso, disminuido notablemente.
Una decena de galerías españolas participa este año en la feria de Miami. Juana de Aizpuru, Helga de Alvear, Elvira González, Polígrafa, Pepe Cobo, ProjecteSD, Nogueras Blanchard, Moisés Pérez de Albéniz y Salvador Díaz. Silvia Dauder, de la barcelonesa ProjecteSD que acude por primera vez integrada dentro de la sección Art Nova de la feria, se siente optimista pese al panorama. "Nuestras expectativas son altas", dice. "No somos una galería con criterios hipercomerciales, lo que nos interesa es que se vean los trabajos de nuestros artistas y que éstos tengan buena recepción. La crisis puede llegar a ser beneficiosa si contribuye a la estabilización del mercado".
Pero Miami Art Basel no se limita a la exposición en el Centro de Convenciones. Aparte de las secciones dedicadas por la filial de la feria suiza al vídeo, el arte sonoro, las performances o el arte en espacios públicos, se ha generado a su alrededor un creciente número de ferias satélite que ha ido aumentando desde la primera edición. El año pasado llegó a haber otras 20, que este año repiten, dedicadas a fotografía, jóvenes valores y diseño, entre otros, que suman más de 800 exhibidores. Los museos de la ciudad, también en aumento, se visten de gala en estas fechas con sus mejores exposiciones y una decena de coleccionistas presentan muestras temáticas de sus piezas en sus museos privados, abiertos al público. La vida cultural de la capital de Florida se ha transformado en los últimos años en torno a estas fechas. Queda por ver, hasta el día 7, si ha crecido con solidez o si lo que se ha levantado hasta ahora es como una escultura de arena.
Babelia
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