'Recetas económicas' para 500 empresarios de Guipúzcoa

Lo más granado del mundo empresarial y financiero de Guipúzcoa, reunido ayer en el Kursaal donostiarra, certificó que la crisis es de largo recorrido. No habrá un nuevo ciclo económico hasta mediados de 2009, pronosticó el ex ministro de Economía Miguel Boyer, quien invitó al selecto auditorio -cerca de medio centenar de empresarios- a "no caer en el pesimismo", porque la economía española ha dado muestras de "un dinamismo extraordinario" en otros momentos delicados.

Para Boyer, los índices de recuperación comenzarán a notarse en el segundo semestre del año próximo, aunque el sector inmobiliario tardará aún dos años más en zafarse de la crisis. Juan Asúa, director del área de España y Portugal de BBVA, consideró que se tocará fondo a finales de ese ejercicio y que 2010 "tampoco será un año fácil".

Quien más confiado se mostró fue Xabier Iturbe, presidente de la Kutxa: "Mientras España ha entrado en recesión, nosotros [por Guipúzcoa], no. La balanza comercial es buena, la bajada del sector inmobiliario es menor... Estamos mejor, pero no nos podemos despistar". Los tres participaron junto a Federico Durán, del departamento laboral del despacho Garrigues, y Antonio Basolas, director de Estrategia y Desarrollo de Gas Natural, en una cita sobre competitividad empresarial ante la crisis organizada por el grupo Gipuzkoa Aurrera.

Boyer atribuyó la actual situación al pinchazo inmobiliario y bursátil junto a la tardía reacción de los poderes públicos. Sobre el caso español, opinó que "el Gobierno no ha actuado con la decisión que debía". A su juicio, igual que salió en auxilio del sistema bancario, tenía que haber "ayudado al sector de la construcción y del automóvil", porque son muy importantes para el empleo. Sólo la construcción ha soportado el 20% del crecimiento del empleo en los últimos años, recordó el ex ministro. Del mismo modo, sostuvo que el resto de los países europeos han reaccionado "tarde, tímidamente y en orden disperso" para combatir la crisis.

Asúa criticó "las malas prácticas de muchas instituciones financieras", junto a la "laxitud de los mecanismos reguladores". ¿Cuál es el remedio? "Volver a una política de créditos prudente y sana", sentenció el ejecutivo del BBVA.