Sexenios
La lectura del interesante artículo ¿La calidad de las humanidades?, de Adela Cortina, publicado en su periódico el 24 de noviembre, me ha corroborado, como perjudicado por lo que la autora llama "el Babel de criterios", en la falta de solidez en los aplicados en la evaluación de la investigación de los profesores de humanidades, que produce situaciones de manifiesta injusticia y desigualdad.
Es un secreto a voces entre la comunidad universitaria el margen de arbitrariedad que envuelve el funcionamiento del organismo encargado de conceder los sexenios. Curiosamente, muchas de las revistas que no están en la lista de las consideradas de impacto y, por tanto, no se toman en cuenta para los sexenios, figuran actualmente en el listado de la ANECA como evaluables para acceder a un puesto de profesor titular o catedrático. Existe, además, mucha opacidad acerca del procedimiento de elección de los miembros de las distintas comisiones evaluadoras y en relación con el funcionamiento interno de las mismas.
Hay disciplinas que son juzgadas por comisiones donde no existe ningún especialista afín a dicha materia. Y por si fuera poco, los trabajos sometidos a evaluación son juzgados simplemente por las referencias que aporta el autor en cuanto al lugar de su publicación y número de páginas. Realmente, y como afirma la doctora Cortina en su artículo, "es necesario un amplio y serio debate sobre la evaluación de las investigaciones".