El tripartito presume de obra pública

Que el Cuarto Cinturón -ahora Ronda del Vallès- avance a trancas y barrancas y que la línea 9 del metro de Barcelona todavía no tenga fecha de finalización no significa que el Gobierno catalán considere que la obra pública no va a buen ritmo; todo lo contrario. Por esta razón, el presidente de la Generalitat, José Montilla; el consejero de la Vicepresidencia, Josep Lluís Carod Rovira, y el consejero de Interior, Joan Saura, escogieron ayer una obra emblemática, como es la desalinizadora de El Prat de Llobregat, para reivindicar su obra de gobierno en el ecuador de la legislatura.

"Decíamos que el país había crecido y que las costuras se le habían quedado pequeñas, por falta de planificación, por falta de inversión y también de políticas públicas. Pero yo creo que hemos invertido la tendencia. Ya no vamos a remolque de las necesidades. Empezamos a ir por delante", afirmó en una alocución al término de una visita de obras a la planta desalinizadora que a partir de mayo debe abastecer de agua potable el área metropolitana de Barcelona. Montilla, Carod y Saura insistieron en que, pese a las acusaciones de "parálisis" que un día sí y al otro también llegan desde la oposición, en Cataluña se hace obra pública. Y añadieron que se hace más que en tiempos de Jordi Pujol, cuando las carreteras eran inauguradas hasta siete veces, como ocurrió con el Eix Transversal. Así, Montilla, secundado en todo momento por Carod y Saura, señaló que el Gobierno construye "una media de dos escuelas cada semana, dos centros de salud cada mes y dos bibliotecas cada 30 días". En tiempos de crisis y de pérdida masiva de puestos de trabajo, el presidente aprovechó para hacer hincapié en el impacto de la inversión en obra pública: "Se está ejecutando obra pública por unos 12.700 millones de euros, que equivalen a 150.000 puestos de trabajo", sin obviar otras actuaciones, como los 355 nuevos equipamientos construidos en estos dos años.

Al término del acto y en una conversación informal con los periodistas, el presidente de la Generalitat se mostró confiado en que el reto de la nueva financiación de la Generalitat comenzará a encauzarse la próxima semana, una vez que el Gobierno central presente, por escrito, una nueva propuesta.