Rajoy pide que el Congreso investigue a la rusa Lukoil

El debate de las nuevas medidas del Gobierno para reactivar la economía acabó ayer en bronca parlamentaria a cuenta del intento de la petrolera rusa Lukoil de entrar en Repsol con la compra de las acciones de la constructora Sacyr. El líder del PP, Mariano Rajoy, acabó anunciando que su grupo pedirá hoy una comisión de investigación parlamentaria para indagar "qué es Lukoil y cuáles son sus antecedentes", empresa que antes había calificado de "cuando menos, dudosa".

Rajoy empezó afeando al presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, una posición errática tanto en las medidas contra la crisis como en política energética, con su apelación primero a los "campeones nacionales", para dar luego entrada a la italiana Enel en Endesa y no hacer nada por impedir la entrada de Lukoil.

Pero Zapatero ni se refirió al asunto en su réplica, lo que encendió al líder del PP, que el día anterior, en la sesión de control al Ejecutivo, había sido mucho más comedido. "Le pregunto por Lukoil y me contesta con la política social. ¿Es política social arreglar los problemas de un promotor que debe 5.000 millones, y de los acreedores de ese promotor?", espetó Rajoy en referencia al presidente de Sacyr, Luis del Rivero, (al que el PP atribuye cercanía al PSOE) y al préstamo que obtuvo de varios bancos y cajas para hacerse con las acciones de Repsol que ahora se ve obligado a vender. Y acusó a Zapatero de perjudicar a los pequeños accionistas.

El presidente respondió a Rajoy usando la ironía habitual en el líder del PP, que Zapatero echó ayer en falta. "La cosa de Rusia sigue siendo una obsesión en algunos sectores", "un impulso en el ADN". El jefe del Ejecutivo trató de sustraer ese asunto del debate partidario haciendo ver al líder del PP que ambos están de acuerdo en que Repsol debe seguir siendo una empresa "fuerte, española y con capacidad inversora".

Pero también recordó que Rusia es el primer suministrador de petróleo de España, por lo que pidió a la oposición, "por interés diplomático y estratégico, un juicio más ponderado". Y zanjó la petición de una comisión de investigación sobre Lukoil con un "no hay caso", que para algunos sonó a un descarte de que la petrolera rusa consiga su propósito.

Sobre las medidas anunciadas ayer, Rajoy auguró que Zapatero incumplirá su promesa de no aumentar la presión fiscal, ya que "deslizarse por la pendiente del déficit público" cuesta "enormes sacrificios" que pagarán "todos los españoles". Y cuando la Administración solicita préstamos en un mercado financiero en dificultades, "expulsa a otros" que necesitan los créditos para invertir o crear empleo, abundó Rajoy.

El presidente del PP respondió al "enésimo paquete" de medidas de Zapatero con muchas dosis de cal y una de arena, al dejar la puerta abierta a apoyarlas sin son "útiles". Por el lado corrosivo, volvió a reprochar al Gobierno el "carácter precipitado y tornadizo de sus decisiones", sin un proyecto económico que aborde la "crisis española". El presidente reconoció como un error su resistencia "a hablar de la crisis", y asumió que el Gobierno es el primer responsable de la evolución del empleo, tanto ahora que crece el paro como antes, cuando se creaba empleo al mayor ritmo de la UE.