Groenlandia vota con vistas a independizarse de Dinamarca
Los sondeos previos apuntan a una victoria clara del 'sí'
Después de casi tres siglos bajo el control danés, Groenlandia se disponía ayer a dar otro paso hacia la independencia. Unos 40.000 ciudadanos de la isla, la más grande del mundo, estaban llamados a votar para decidir si quieren ampliar el estatuto de autonomía que rige este territorio estratégico desde 1979, lo que les daría la autodeterminación y un dominio mayor de sus recursos naturales.
"He votado sí, como la mayoría de los groenlandeses, porque es necesario seguir adelante", afirmaba la empresaria Ivano Moeller Lange. "Es hora de que pongamos fin a 300 años de colonización", añadía David Brandt, que vive de la pesca. Como ellos piensa el 61% de los ciudadanos, según el último sondeo, publicado el lunes pasado por la prensa local. Está previsto que los resultados oficiales se difundan hoy.
Está en juego el control de los recursos naturales, como el petróleo
El cambio climático puede abaratar los costes de extracción del crudo
Groenlandia (57.100 habitantes) se convirtió en una colonia danesa en 1721 y fue integrada en Dinamarca como provincia en 1953. En 1979, el Parlamento danés aprobó su estatuto de autonomía. Lo que estaba en juego ayer era su derecho a la autodeterminación, que debería entrar en vigor en junio de 2009. El objetivo es convocar un referéndum entre 2016 y 2020 sobre la independencia total del territorio. La votación de ayer es de carácter consultivo y deberá ser ratificada por los Parlamentos de Nuuk y Copenhague, pero hay un acuerdo implícito de las fuerzas políticas para respetar el resultado de la consulta.
Si gana el sí, el Gobierno groenlandés (socialdemócratas y liberales) obtendrá el derecho de controlar los recursos naturales de la isla (petróleo, gas, oro, uranio, zinc y plomo) y conseguirá más competencias (política penitenciaria, policía, tribunales, extranjería y control de fronteras). El groenlandés será el idioma oficial, pero la reina Margarita seguirá siendo la jefa de Estado.
Algunas compañías, como las estadounidenses Exxon Mobil y Chevron, han empezado a buscar depósitos de crudo en la costa oeste de la isla. Groenlandia calcula que, en esa zona, hay petróleo en cantidades superiores a toda la producción del mar del Norte y a la mitad de las reservas de Arabia Saudí. Esta riqueza permitiría a un país que vive de la pesca y la subvención anual de Copenhague -cerca de un 30% de su PIB- ser autosuficiente.
Pero el negocio petrolero es muy caro. Extraer el crudo en esa área cuesta 50 dólares por barril, lo que deja poco margen para el beneficio. Sin embargo, el deshielo provocado por el cambio climático -un 80% de la superficie de la isla está cubierta de hielo- y los avances tecnológicos hacen posible un abaratamiento de los trabajos para extraer crudo.
Todos los partidos políticos groenlandeses defienden la independencia de la isla, salvo el Partido Demócrata, que considera que el territorio no está preparado para perder la subvención danesa ni para asumir las nuevas competencias que conllevaría la autodeterminación.
Groenlandia se encuentra en un lugar estratégico entre EE UU y Europa. La isla alberga una base de radar en Thulé, en el noroeste, que debe desempeñar un papel esencial en el programa antimisiles de Washington.
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