Las llamadas al teléfono de asistencia se duplican

El número de llamadas al teléfono de atención para víctimas de maltrato doméstico y agresiones sexuales se ha duplicado desde su puesta en marcha en 2006, cuando se registraban 101 llamadas mensuales de media: la cifra subió hasta las 157 en 2007 y alcanzó las 219 mensuales entre enero y noviembre de este año. En total, se han recibido más de 5.000 llamadas en tres años, realizadas por 2.500 mujeres.

En la presentación, el consejero de Vivienda y Asuntos Sociales, Javier Madrazo instó a las personas del entorno de las víctimas a romper la espiral del silencio y denunciar los maltratos cuando la mujer no lo haga por sí misma. "Si miran hacia otro lado, se convierten en cómplices", afirmó sin medias tintas. En un 77% de los casos, es la propia víctima la que realiza la llamada al 900 840 111. En otro 17% es un familiar o una persona cercana el que llama y en el 6% restante son profesionales que trabajan en la asistencia a estas mujeres.

Por edad, el mayor incremento se ha dado entre las mujeres menores de 39 años, "más concienciadas" con el maltrato, según el consejero. Madrazo anunció precisamente una campaña para potenciar el uso del servicio entre los mayores de 60 años, cuyo lema será Nunca es tarde.

Desde hace algunas semanas este servicio atiende también las llamadas en Euskadi realizadas a su contraparte nacional, el 016. Hay tres tipos de perfil: están las mujeres que aun no han tomado conciencia de que son las víctimas y no las culpables; las que buscan información para poner fin a su infierno personal; y las personas que ya han emprendido acciones legales contra su maltratador y quieren apoyo moral. Las llamadas duran unos 18 minutos de media, aunque alguna ha superado los 60 minutos.

Más de la mitad de las mujeres tienen hijos menores a su cargo. 18 casos han sido derivados a urgencias en lo que va de año. Un 77% de las que recurren al servicio son autóctonas. Las inmigrantes realizan un 23% de las llamadas, a pesar de que los extranjeros apenas superan el 5% de la población que reside en estos momentos en Euskadi.