Una empresa con subvenciones públicas despide a 20 discapacitados
Frioconfit alegó "posible alteración del orden" para cerrar su planta de Baeza
La empresa de bollería industrial congelada Frioconfit ha cerrado sus puertas en el municipio de Baeza (Jaén) dejando en la calle a una plantilla de 23 trabajadores, una veintena de los cuales con una discapacidad superior al 33%. De hecho, la empresa venía funcionando desde 2004 como centro especial de empleo y, como tal, ha recibido ayudas públicas de la Junta de Andalucía que los sindicatos estiman en cerca de un millón de euros.
Los trabajadores afectados se encuentran acampados frente a la fábrica desde el pasado lunes, durmiendo incluso a la intemperie, en un intento desesperado de presión a la empresa para su decisión. Ayer se concentraron ante el Ayuntamiento de Baeza con el apoyo de los sindicatos y de numerosos vecinos de la localidad.
Los sindicatos cifran en un millón las ayudas públicas a la empresa
La Delegación de Empleo en Jaén considera "no justificado" el cierre
Frioconfit S.L., perteneciente al grupo Oreo, presentó el pasado viernes un expediente de extinción de contratos que afectaría a 13 trabajadores, todos ellos discapacitados. Sin embargo, ante la convocatoria de huelga de los trabajadores, el pasado lunes decretó el cierre patronal alegando posible alteración del orden. El delegado de Empleo en Jaén, Manuel León, confirmó ayer que la Junta ha transmitido a la empresa que el cierre "no está justificado" por lo que le insta a la reapertura de las instalaciones.
El argumento esgrimido por la empresa han sido las pérdidas que la empresa ha venido manteniendo en los últimos meses, una situación agravada desde que en septiembre perdió al que era su principal cliente, El Corte Inglés, al que vendía el 85% de su producción.
Los trabajadores, que llevaban cuatro meses sin percibir sus salarios, discrepan de la versión de la empresa. "No nos creemos sus argumentos, ha sido la empresa la que ha querido forzar el cierre no atendiendo los contratos que tenía sobre la mesa con el pretexto de carecer de materias primas", denunció la delegada de personal, Ana María López, que también es discapacitada.
También los sindicatos creen injustificado el cierre patronal. "La Junta de Andalucía debe dar respuesta a los trabajadores y mantener el centro especial de empleo", señaló Emilio Álvarez Iturriaga, de CC OO. Según este sindicato, la Junta subvencionó con 12.000 euros cada puesto de trabajo creado más otras ayudas para modernizar las instalaciones y para los seguros sociales de los discapacitados, exentos de su pago a la Seguridad Social. La Junta precisó que a la empresa se le han retenido las subvenciones de las dos últimas anualidades por falta de justificación. "No es cierto que no haya control de las subvenciones públicas", recalcó el delegado de Empleo.
Los trabajadores mantendrán hoy una reunión en Jaén con responsables de la Junta de Andalucía. Mientras, los trabajadores advierten que no abandonarán su concentración ante la fábrica hasta que se les garantice su reapertura.
El grupo Oreo es líder en la fabricación de bollería industrial y cuenta con otras fábricas en Madrid y Bilbao. La plantilla de Baeza está formada mayoritariamente por mujeres mayores de 45 años, que no vislumbran otra alternativa laboral en el caso de que se consuma el cese de la actividad industrial. De la fábrica baezana salían mensualmente 160 palés con destino a las cadenas alimentarias de todo el país.
Las relaciones entre la dirección y parte de la plantilla han sido tirantes en los últimos años. En 2005, Comisiones Obreras denunció la presunta persecución contra varias empleadas discapacitadas a raíz del despido de una de ellas cuando anunció que se presentaría a las elecciones sindicales por esa organización.
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