Ninguna muerte en Cataluña tras el reglamento de 2004
Cataluña es la única comunidad que ha regulado la habilitación del personal de control de acceso a discotecas y salas de fiesta, así como las funciones que han de ejercer. Lo hizo en el mes de julio de 2004 a través de un decreto del Departamento de Interior, tras el llamado crimen del Maremàgnum. Ocurrió en enero de 2002, cuando dos porteros de discoteca y un vigilante de seguridad de una sala de fiestas del complejo lúdico Maremàgnum dieron una paliza a un ecuatoriano y lo arrojaron al puerto.
La víctima era Wilson Pacheco, que no sabía nadar y murió ahogado después de los golpes recibidos. Las imágenes de la paliza fueron grabadas por una cámara de seguridad y los tres acusados están cumpliendo sendas penas de 13 años de cárcel por homicidio.
Después de la regulación impulsada por la Generalitat no se ha producido ninguna muerte en Cataluña por la actuación violenta de porteros o vigilantes de seguridad. El artículo 1 del decreto que regula sus funciones explica precisamente que su finalidad es la de "garantizar el libre ejercicio de los derechos y las libertades de todos los ciudadanos y ciudadanas y de evitar y erradicar cualquier situación abusiva y/o discriminatoria hacia las personas que acceden a estos establecimientos".
En aplicación de ese decreto, la Generalitat entrega al personal de control que trabaja en esos locales un carné profesional que expide cuando superan unos conocimientos teóricos y prácticos sobre las funciones que les corresponde realizar. Esos conocimientos se imparten en una serie de centros habilitados por la Dirección General de Juego y Espectáculo de la Generalitat, que tiene competencias exclusivas en materia de espectáculos y actividades recreativas.
La prueba teórica consiste en superar un cuestionario tipo test de un máximo de 100 preguntas, con cuatro respuestas posibles, sobre el contenido de un programa de temas. La prueba práctica se basa en analizar, reaccionar y resolver positivamente una situación conflictiva simulada que pueda plantearse en uno de esos locales. El objetivo no es otro que valorar la eficacia y el comportamiento de los aspirantes en esas circunstancias.
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