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Reportaje:

Las cloacas de Nápoles

Matteo Garrone visualiza el alma del 'best seller' de Saviano

Gregorio Belinchón

A las afueras de Nápoles, Walter Schiavone, jefe de la Camorra, encargó a un arquitecto que le construyera una casa idéntica a la mansión de Tony Montana, el protagonista de El precio del poder, incluida la inmensa escalera y la espectacular bañera rectangular. Cuando fue a la cárcel, quemó la villa. Esa bañera -epítome de megalomanía- aparece en la película Gomorra, al igual que ocurría en el libro homónimo en el que se basa: dentro de ella juegan a pistoleros dos adolescentes mientras hablan de Montana. "Lo increíble es que pudimos rodar en la casa auténtica. Ahora es arqueología moderna".

El realizador Matteo Garrone (Roma, 1968) ha huido de los caminos trillados. Su película no es ni un documental ni un filme de denuncia. "Era importante mantener el estilo viniendo de un libro como Gomorra, con un tono tan marcado, como un reportaje. Quería sumergir al espectador en esa verdad, recrear la experiencia emotiva que tuve al leer el libro y al preparar el filme".

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No hay esperanza en Gomorra. "Scorsese, cuando presentó el filme en Nueva York, dijo: 'La fuerza de la película está en su falta de esperanza'. Somos conscientes de esa ausencia, para que quede claro que esa realidad existe y te pertenece incluso a ti, es extrapolable a la realidad mundial". Gomorra, película, sólo refleja cinco de los 11 capítulos de Gomorra, libro. "Decidimos mostrar la Camorra en sus estratos más bajos. Intentamos visualizar los conflictos de la gente cuya vida depende del funcionamiento del sistema, en esa zona gris donde se confunde el bien con el mal, lo legal y lo ilegal. Los personajes no tienen a veces consciencia de la tragedia de su situación". Garrone leyó el libro de Roberto Saviano al inicio de su vida comercial, "antes de que fuera un best seller", y se dio cuenta de la potencia de sus imágenes: "En mi mente, la primera idea es visual. Las historias del libro eran muy diferentes a lo que me imaginaba o había visto en las películas sobre la Mafia. Intenté mostrar esa realidad. Los actores proceden de compañías teatrales locales; por eso, además de su interés por la interpretación, les atraía contar su realidad".

¿Sufrirá el director las amenazas de muerte de Saviano? "La situación ha ido empeorando según se popularizaba el libro y se estrenaba la película. Saviano tomó conscientemente esa dirección, una actitud muy distinta a la mía. Yo soy un director, hoy hago un filme sobre la Camorra, mañana realizaré otra cosa". Pero los mafiosos van al cine y leen poco. "Sí, el gusto de los criminales se forma a través del cine. Saviano dice que no es el cine el que refleja la realidad, sino que la realidad se inspira en el cine".

¿Hay posibilidades de salir de esto? Según Garrone, gran parte de la culpa es de los políticos. "Para que la Camorra pierda poder hay que trabajar desde dentro, con la educación de los jóvenes, contra el paro y sobre todo contra la falta absoluta de confianza en las instituciones. La Camorra sustituye a las instituciones, resuelve los problemas que no llegan. Tomar la región con todo el ejército no sirve si falla la estructura interna. El triunfo de la Camorra es hacerse insustituible e ineludible: está allí y nunca se irá".

Matteo Garrone.
Matteo Garrone.ULY MARTÍN

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Sobre la firma

Gregorio Belinchón
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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