El sumario sigue a la espera del informe pericial de daños

Con un poco de suerte puede que el juicio oral de la catástrofe del Prestige se abra en el segundo semestre de 2009, antes de cumplirse siete años del accidente del petrolero frente a la Costa da Morte, hace hoy seis años. Al pequeño juzgado de Corcubión aún faltan por llegar comisiones rogatorias de Grecia y Suiza, referidas a daños reclamados por España, y sobre todo el informe contable cuantificando los daños ocasionados por la marea negra. Dos economistas designados por el juzgado apuran la redacción de ese informe pericial clave, inicialmente previsto para octubre, pero que aún tardará semanas en estar listo, con la cifra de los miles de afectados y los daños económicos.

Con más de 50.000 folios y tras seis años de instrucción, el sumario más importante jamás incoado en España por un delito medioambiental tardará aún meses en concluir para dar paso al esperado juicio oral. Todas las partes implicadas esperan a la presentación de los informes solicitados por el juzgado, en los que siempre pueden surgir nuevos datos y pruebas, para decidir más imputaciones o pedir que se anule alguna de las que están vigentes. Los únicos que, por el momento, estarían llamados a sentarse en el banquillo de los acusados son el capitán del buque, Apostolos Mangouras, otros miembros de la tripulación y el que era director general de Marina Mercante del entonces Gobierno de José María Aznar, José Luis López Sors.

Juez en exclusiva

Ninguna de las partes ve factible que el juicio pueda iniciarse antes del segundo semestre del próximo año. La titular del juzgado de Corcubión Carmen Veiras ha conseguido al fin ayuda, ya que desde hace poco más de un mes puede dedicarse en exclusiva al abultado y enrevesado sumario. En las últimas semanas, más o menos en el plazo previsto, llegaron hasta Corcubión dos importantes informes periciales, realizados por un capitán y un ingeniero naval. Para ayudar a determinar dos cuestiones clave: el estado del viejo petrolero cuando naufragó, cargado con 77.000 toneladas de fuel, y si fue acertada la decisión del Gobierno del PP de alejar mar adentro el barco ya accidentado y vertiendo fuel, en medio de un virulento temporal.

La controversia sigue intacta: mientras que un perito, el capitán Fernández Hermida, concluye que la actuación de Mangouras fue profesional, el ingeniero naval, elegido por sorteo por la juez Veiras, responsabiliza al marino griego de no haber interrumpido la navegación del Prestige ante las pésimas previsiones meteorológicas. Un ex directivo de la armadora, George N. Alevizos, también culpó al capitán.