Starck revisa el futuro de su Alhóndiga

Alrededor del atrio de casi 6.000 metros cuadrados que será el eje del centro de ocio y cultura de la Alhóndiga ya se ven las paredes de ladrillo cara vista que lo rodearán. En el resto de la obra todavía resulta difícil adivinar las instalaciones dedicadas al ocio y la cultura (piscina, solarium, gimnasio, balneario, auditorio, mediateca, sala de exposiciones, cines, zona comercial y de hostelería) que ofrecerá en una superficie superior a los 40.000 metros cuadrados. El alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, aseguró ayer al término de una visita a las obras acompañado por su diseñador, el francés Philippe Starck (París, 1949), que la primera fase de la nueva Alhóndiga deberá estar inaugurada en la Semana Santa de 2010.

El diseñador defiende la riqueza de la programación del centro bilbaíno

La fecha avanzada por el primer edil supone un retraso de más de año y medio con respecto al calendario presentado en enero de 2007. Entonces estaba previsto que el atrio, la piscina y los espacios destinados a hostelería y comercio estuviesen listos en junio de 2008. La segunda fase (balneario, ocio infantil y oficinas) se abriría seis meses más tarde y el resto del complejo, en junio de 2009. Para Azkuna, sin embargo, "no hay retraso" pues se trata de una demora de "unos meses" en una obra de gran envergadura.

Starck no hizo una evaluación técnica del desarrollo de las obras, sino que ofreció un discurso lleno de referencias a la calidad y la singularidad del edificio que ha diseñado para Bilbao. En el espacio que delimitan las fachadas de la vieja Alhóndiga, una construcción del arquitecto Ricardo de Bastida de 1909, se han levantado tres edificios alrededor del atrio central. El proyecto cuenta con un presupuesto de 45 millones de euros, de los que tres corresponden a los honorarios de Starck.

Pese a firmar todo el diseño del complejo de ocio y cultura, el diseñador francés dijo ayer que visitaba las obras como cualquier otra persona, porque su mala memoria no le permite recordar el trabajo que ha realizado para la Alhóndiga, en el que reconoce "la elegancia de la inteligencia".

Autor del diseño de hoteles y tiendas de lujo en las principales ciudades del mundo, mobiliario urbano, o menaje de cocina, Starck defendió ayer su trabajo frente a "la arquitectura cínica, puramente de publicidad". "No es un hito publicitario sino algo de verdad", añadió. "Es un proyecto que se ha ido autodiseñando en función de las necesidades y las exigencias técnicas, cristalizando la energía de Bilbao, atemporal, al margen de las modas, pero original".

En las palabras de Starck no hubo más que elogios para el proyecto que le encargó el Ayuntamiento de Bilbao, según su propia definición, "una máquina de generar vida". "Les prometí que no iba a ser sólo un diseño de Philippe Starck", destacó. La virtud del complejo que se construye en el viejo inmueble radica para el diseñador en la riqueza de su programa, que contará con cultura, deporte, oficinas, tiendas y salas de exposiciones. Starck se atrevió a prever que será "uno de los centros de España y Europa".